Femicidio es matar mujeres, por el hecho de ser mujeres. Una de las víctimas representadas en los zapatos sueltos que colgaban del atrapasueños, es Cecilia Torres Hernández de Matagalpa. Nacida en 1952, era la menor de seis hermanos, se casó a los 14 años y tuvo 11 hijos; fue costurera, catequista de la iglesia, partera, activista de los derechos humanos de las mujeres en su pueblo.

Su hija mayor Noemí, había quedado sola con una niña cuyo padre no reconocía su responsabilidad paterna, la abuela luchó por establecer la paternidad de este hombre, le ganó el caso y logró establecer la obligatoriedad de una pensión para la niña. Más adelante lo tuvo que acusar de hostigamiento sexual hacia ella, caso que también ganó. Sin embargo a Johnny Gutiérrez lo dejaron salir bajo fianza, llegando a la casa de su suegra para matarla con un cuchillo el 3 de abril del 2007.

Esto resultó en 18 años y 8 meses más de cárcel por homicidio doloso y luna tentativa de matar también a otra hija de Cecilia, Josefina quien había herida al tratar de defender a su madre Si el femicidio hubiese estado tipificado, la condena hubiese sido mayor, como se merece el asesino. Además este es uno de los pocos casos, en que se hizo algo de justicia.

Entre el 200-2005 la Red contra la Violencia en nicaragua reporta 236 casos de femicidio en ese país, de los cuales la gran mayoría permanecen en la impunidad. Nicaragua no tiene este delito tipificado.

Tres mariposeras amordazadas

Las activistas en Nicaragua que ya sabían de la Campaña, llegaron al Parque con mariposas hechas de papel y otros materiales, depositándolas entre los zapatos vacíos en el atrapasueños. “Con este homenaje sabemos que no estamos solas y sabemos que esta lucha que emprendemos no es solamente de las mujeres de Nicaragua sino de todas las mujeres del mundo - dijo Lorna al recibir su mariposa – nada nos detendrá.”

Atrapa Sueños con mariposas

En el marco de la iniciativa se multiplicaron por internet y entrevistas de radio las expresiones de solidaridad de mujeres y hasta de funcionarias de gobiernos que defienden los derechos sexuales y reproductivos. Una de ellas es La embajadora de Suecia en Nicaragua, Eva Zetterberg. "En Suecia, desde que se comenzó este juicio hemos observado atentamente este caso y apoyado a estas mujeres. No nos metemos en política interior de Nicaragua, sin embargo los derechos sexuales y reproductivos son mundiales, globales, no son de un solo país u otro. Nos ha parecido injusto y muy raro el asunto de un juicio a unas mujeres que apoyaron a una niña en peligro. Me alegré mucho saber que ustedes en Alas de Mariposa las van a homenajear."

Se hizo un llamado de Alas de Mariposa a las mujeres y hombres en el mundo que se solidarizan con estas mujeres y sus luchas a convertirse en parte del efecto mariposa colocando símbolos de mariposas en sus páginas web, en sus cocinas, sus carros y taxis, sus centros de trabajo y en escuelas y dependencias de gobierno en sus países el día del juicio contra las nueve. Aunque el gobierno de Nicaragua no ha fijado fecha para el mismo, se sabe que será en las próximas semanas.

La actividad culminó con una invocación Maya facilitada por la poetiza guatemalteca Maya Cu quien invitó al público a llenarse la fuerza del fuego desde todas las direcciones – Norte, Sur, Este y Oeste - para continuar luchando contra lo injusto y por la plena vigencia de los derechos humanos de las mujeres. Cabe recordar que para muchas culturas ancestrales - por ejemplo la Azteca - la mariposa es símbolo del fuego que purifica.

Dice así: “Denunciamos esta situación como femicidio estatal, es decir el asesinato sistemático de las mujeres debido a su identidad y condición de género y causado por las leyes, políticas y prácticas estatales.”

Reconoce que “... en Nicaragua hubo una revolución que derrocó una dictadura apoyada por los Estados Unidos. Ver que el mismo país, que se distinguió por tanto valor humano, donde las mujeres surgieron para reclamar su igualdad, ahora se encuentra tristemente doblegado bajo el peso de la injusticia económica y social. Vemos además un sistema político cada día más cerrado a una verdadera participación de sus ciudadanas y ciudadanos. Solo esperamos que el espiral del tiempo no devuelva la dictadura que suscitó tanta muerte, tanta guerra.”