"La
obra de la justicia será la paz y los frutos de la justicia serán
tranquilidad y la seguridad para siempre" Isaías 32, 17
Hace 15 años, en mayo
de 1987, en el V Encuentro Internacional de Mujer y Salud en Costa Rica,
se acordó fijar este día para realizar acciones conjuntas a nivel
mundial que sensibilizaran y denunciaran los problemas de salud que
afectan a las mujeres, sus causas y consecuencias.
A partir de 1988, se lanzó la campaña para la PREVENCIÓN DE LA
MORBI-MORTALIDAD MATERNA, porque en los países menos desarrollados las
mujeres morían durante sus embarazos, partos y puerperios por causas
altamente prevenibles.
Una de las evidencias más flagrantes de discriminación de género y de
injusticia social es esa maternidad forzada como mandato que muchas
mujeres, en nuestros países, pagan con la vida.
Desde entonces los Llamados a la Acción han sido:
-
Por una maternidad
voluntaria y sin riesgos
-
Por la calidad de
la atención en salud
-
Por la prevención
del embarazo no deseado en todas las mujeres, incluídas
adolescentes
-
Contra la
feminización de la pobreza
-
Por el aborto
legal y sin riesgos
En el 2002 pocas cosas
han mejorado y muchas han empeorado a nivel internacional, regional y
nacional. El reconocimiento de derechos que se ha concretado en
tratados, convenciones y conferencias internacionales con una
perspectiva más integral y humanizadora, que no se ha traducido aún en
cambios a nivel de los países que asegure una ciudadanía saludable.
Aumenta día a día el número de personas a quienes se les desconocen
sus derechos y las mujeres son afectadas de manera desproporcionada:
Cuando la salud se convierte en mercancía y en privilegio, los grupos
en situaciones de pobreza y marginalidad se encuentran despojados de
atención y servicios adecuados y las mujeres tienen la mayor
representación en esos grupos.
Cuando la violencia se agudiza en nuestras sociedades, los hombres
mueren más por guerras, accidentes y peleas y las mujeres mueren más
... dentro de sus hogares.
Cuando los grupos de poder más fundamentalistas y conservadores imponen
barreras e impiden que los Estados laicos y democráticos reconozcan y
garanticen derechos entre ellos los derechos sexuales y los
reproductivos-son agredidos de manera especial las mujeres, los y las
jóvenes y los homosexuales.
Las personas son discriminadas por su orientación sexual. Los
niñ@s y jóvenes no tienen educación ni servicios adecuados para
desarrollar una sexualidad libre, placentera y responsable.
Los servicios de anticoncepción no están habilitados ni son accesibles
para todas las personas en todo el país. La máxima incidencia de la
transmisión del VIH/SIDA se encuentra en la población entre 25 y 34
años y se ha incrementado la población femenina afectada.
Las cesáreas han aumentado a un promedio del 21,3% de los nacimientos
(en el sector privado el porcentaje es del 37,7% y 20,1% en el público)
cuando la OMS lo define como un exceso cuando supera el 15%.
Cada vez más las políticas convierten el derecho a la salud en un bien
que se vende a quienes tengan el poder económico de comprarlo.
Quienes no puedan
pagarla accederán a servicios públicos cada vez más desprovistos de
recursos y de cobertura y calidad insuficientes. Las organizaciones de
mujeres desde 1985 venimos denunciando y haciendo propuestas para que se
respeten y garanticen las condiciones para el ejercicio libre y sin
discriminaciones de todos los derechos humanos incluídos los derechos
sexuales y reproductivos. En este 28 de mayo que celebramos en el mundo
el Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer nuestro país
está viviendo las horrorosas consecuencias de haber cumplido con
un sistema que nos conduce al exterminio, donde la democracia es
asociada con corrupción y la solidaridad quebrada con la vigencia del
"sálvese quien pueda".
Si en tiempos de
mediano equilibrio político teníamos demandas puntuales por la salud
de la mujer, hoy se multiplican y más que damandas o propuestas para
cambiar la situación sólo nos queda levantar la voz para denunciar una
vez más que son las mujeres las que están poniendo el pecho, la
espalda, las manos, su cuerpo todo en las luchas cotidanas por la
sobrevivencia, en los piquetes, en las asambleas, en los trueques, en la
protesta en general. El sistema de salud pública se encuentra en una
decadencia que jamás hubiéramos imaginado, el nacimiento de niños
desnutridos que impacta y desespera pero que invisibiliza la
desnutrición terrible de las mujeres que en esas condiciones
seguramente no han deseado ser madres.
Cuando vemos en los ojos y en los cuerpos de las mujeres la necesidad de
logros reales, de trabajos reales, de salud real, de dignidades reales,
sentimos la necesidad de darnos vida con cada gesto, con cada
reivindicación, con cada mujer que puede volver de la muerte, del
hambre, de la infección de un aborto clandestino.
Como católicas, cristianas, comprometidas con la salud y los derechos
de las mujeres, con la justicia social y el cambio de patrones
culturales, en este día, queremos hacer oir nuestra voz, junto a otras
voces, para que recuperemos y multipliquemos la solidaridad, que dejemos
salir la bronca acumulada, que nos articulemos en un movimiento más
amplio, que seguramente saltará de las profundidades de la rabia y el
descontento, con la esperanza en la construcción de un país donde se
valore a las personas, donde la justicia y la paz sean posibles y la
acumulación y la explotación sean inimaginables.
CATOLICAS POR EL
DERECHO A DECIDIR, Córdoba-Argentina
email: cddcba@arnet.com.ar
Quince
años de conmemorar el Día Internacional de Acción por la Salud de la
Mujer
Por Martha Martínez,
Cimac: En 1988, un año después de haber elegido el 28 de mayo como el
Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer, durante el
V Encuentro Internacional Mujer y Salud, se llevó a cabo la primera
campaña de Prevención de la Morbimortalidad Materna.
Coordinada por la Red Mundial de Mujeres por los Derechos Sexuales y
Reproductivos y la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del
Caribe, el objetivo de esta primera campaña fue denunciar las altas
tasas de
morbilidad y mortalidad maternas existentes y cuyas causas en su
mayoría eran prevenibles, así como exigir a los gobiernos políticas
públicas adecuadas para combatir esa realidad.
Este año la campaña Los acuerdos comerciales internacionales y la
atención a la salud de la mujer plantea la necesidad de pugnar la
imposición de acuerdos comerciales internacionales que vulneran los
derechos ciudadanos, humanos y sociales de las mujeres.
Asimismo, exige políticas públicas que beneficien a la población ya
que la salud es un derecho humano fundamental que no solamente se
manifiesta en la ausencia de alguna enfermedad, sino que plantea la
existencia del más óptimo
estado mental, físico y social.
Después de 15 años de dedicar un día a la salud de la mujer, ya es
posible hablar de logros; tales como el incremento del uso de métodos
anticonceptivos, del acceso de las y los jóvenes a servicios de salud
sexual y reproductiva y de los avances en materia de educación sexual
en los libros de texto gratuitos, incluso de secundaria, que han logrado
incidir en el comportamiento sexual de las y los adolescentes.
Más aún, el gobierno mexicano ha ratificado ordenamientos
internacionales relacionados con la salud integral de las mujeres,
dentro de las que destacan las Conferencias de El Cairo y Beijing, la
Convención para la eliminación de todas las formas de discriminación
contra la Mujer (CEDAW) y la Declaración Universal de Derechos Humanos.
No obstante, en la realidad subsisten grandes dificultades de índole
cultura, social y religioso que obstaculizan a las mujeres --más
especialmente a las jóvenes-- el acceso a la información, la
orientación y los servicios de salud necesarios para protegerse de
riegos y enfermedades incurables. Esta realidad muestra la importancia
de promover la participación social y política de las mujeres para
poder exigir el diseño de políticas pública, económicas y de salud
encaminadas a erradicar aquellos problemas que aquejan a las mujeres y
que en muchos casos siguen provocando miles de muertes en el mundo.
El derecho a la salud es un derecho humano y ciudadano que no puede
entenderse como un derecho aislado, ya que cada aspecto de nuestra vida
repercute en nuestra salud.
De esta forma la pobreza, el desempleo, las desigualdades sociales, la
carencia de información, de recursos, de educación y de servicios
básicos son aspectos intrínsecamente ligados a la salud. El derecho a
la salud implica exigirle al Estado las condiciones sociales económicas
y culturales necesarias para gozar de una condición de salud óptima;
responsabilidad de la cual no puede eximirse.
"Las
mujeres tenemos derecho a la salud y la vida" ¡No más
muertes de mujeres por causas que se pueden prevenir!
Por Ivana Calle: Al
celebrarse este 28 de mayo, el Día Internacional de Acción por la
Salud de las Mujeres, la Campaña 28 de Septiembre
"Día por la Despenalización del Aborto en América Latina y el
Caribe" denuncia que la salud de las mujeres sigue siendo
postergada pese a los compromisos asumidos por el Estado Boliviano en la
Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (Cairo 1994)
y en la IV Conferencia Mundial de la Mujer (Beijing 1995) donde
los Estados y los gobiernos manifestaron su voluntad para realizar
acciones y políticas públicas sostenidas que contribuyan a mejor la
calidad de vida y la salud de las mujeres en el marco del
reconocimiento y respeto a sus derechos sexuales y reproductivos.
Según el Centro Legal para Derechos Reproductivos y Políticas
Públicas (CRLP) Bolivia registra la tasa más alta de mortalidad
materna de América Latina y el Caribe (416 por cada cien mil nacidos
vivos). Las muertes de las mujeres se dan por causas que pueden ser
evitadas como las hemorragias, la toxemia, las infecciones y los partos
obstruidos. El aborto inseguro es la tercera causa más importante de
muerte de las mujeres convirtiéndose en un serio problema de salud
pública y de justicia social. Datos nacionales señalan que de
aproximadamente 285.000 gestaciones en 1997
el 60% han sido embarazos no deseados, por lo que se estima
que al día se realizan 115 abortos en condiciones inseguras poniendo en
riesgo la salud y la vida de las mujeres. Las cifras nos demuestran que
las medidas que se han tomado por los gobiernos de turno han sido
insuficientes y que las políticas publicas en salud sexual y
reproductiva carecen de un enfoque integral de derechos.
Pero lo que aún nos preocupa mucho más es la intervención de agencias
de USAID que condicionan su apoyo a los Organismos No Gubernamentales,
que trabajan en defensa de los derechos humanos, sexuales y
reproductivos,
imponiendo la "certificación" que prohíbe hablar del tema
del aborto y sus dramáticas consecuencias, no sólo para las mujeres,
sino para la sociedad en su conjunto. Imposición, que desde todo punto
de vista vulnera principios fundamentales de soberanía,
autodeterminación y que no hace otra cosa que contribuir a que la
situación y condición de las mujeres, sobre todo la de las más
pobres, se siga deteriorando, vulnerando de esta manera principios
humanos fundamentales.
Por CIDEM, Católicas por el Derecho a Decidir, Plataforma de la Mujer,
y Red-Ada. La Paz, 28 de Mayo, 2002.
Campaña
por la humanización del parto Mejoras en hospital: primeros frutos de
campaña
Las
personas que en Costa Rica trabajan por la humanización del parto
tuvieron un motivo de cierta alegría con la noticia de la semana pasada
respecto a la atención de los partos en el Hospital de las Mujeres. Sin
embargo, aclaran, "no podemos quedarnos contentas con esas cifras,
pues tenemos que asegurarnos de que eso sea realmente así y de que el
resto de los hospitales donde se atienden partos en Costa Rica, avance
al 100% de la humanización en su atención".
El 28 de mayo del 2001, día internacional por la salud de las mujeres,
el movimiento por la humanización del parto, Primal, comenzó su
campaña permanente por la humanización del parto. Pocos días antes de
cumplirse el aniversario de ese lanzamiento, el Hospital de las Mujeres
anunció a la prensa algunas medidas tomadas, según el doctor José
Francisco Castante ya se están practicando en ese centro médico. Sin
embargo, algunas activistas por la humanización del parto ponen en duda
tales aseveraciones: "Nos parece un signo muy positivo el
hecho de que se estén anunciando estas medidas, pero nos quedan algunas
dudas sobre la veracidad de esos anuncios". Asimismo, Primal, una
asociación sin fines de lucro conformada por mujeres y hombres
activistas por la humanización del parto, manifestó que "primero
que nada, si por fin se acepta que la episiotomía, piquete, no es
necesaria y hasta peligrosa, por qué se sigue practicando; en segundo
lugar, habría que comprobar, en el trabajo diario del Hospital, para
ver si tales cifras son ciertas; y en tercer lugar, nos parece muy
positivo que un hospital avance en el camino de la humanización del
parto, pero el país necesita que los 80.000 partos al año sean
humanizados, no solamente 7.000".
Desde el 28 de mayo del año pasado, hace exactamente un año, el grupo
Primal ha publicado una serie de afiches y folletos informativos sobre
la situación de la atención del parto en Costa Rica. En el material
publicado el 28 de mayo del 2001 se catalogaba al piquete como una
práctica riesgosa. Asimismo, investigadoras como Henci Goer explican
que"la episiotomía rutinaria o profiláctica es el ejemplo
perfecto de un procedimiento obstétrico que persiste a pesar de la
falta total de evidencia a su favor y una cantidad considerable de
evidencia en su contra". En las declaraciones a la prensa, José
Francisco Cascante, aceptó la peligrosidad del piquete y anunció su
reducción en un 10 o 15%. La pregunta que se hacen las activistas de
primal es "¿por qué no detener esa práctica mutiladora de los
genitales de las mujeres? ¿por qué dejar que a un 15 o 16 por ciento
de las mujeres le apliquen la episiotomía que, además, trae
importantes consecuencias negativas a su sexualidad?"
"Nos alegra, también, la reducción de la realización de
cesáreas en el Hospital de las Mujeres aunque se debería hacer caso al
llamado de la OMS que recomienda no más de un 10% de cesáreas".
Además, explican, debería extenderse a todos los hospitales públicos
del país y también a los privados, que tienen alarmantes tasas de
hasta el 90% de realización de cesáreas.
Según el reglamento de salud vigente, la mujer tiene derecho a estar
acompañada en la labor de parto. Esto se irrespeta en todos los hospitales
del país, incluso en el de las mujeres. "No podemos seguir
hablando de porcentajes, deben permitir a todas las madres estar
acompañadas por una persona de confianza. Esto ayuda a que su proceso
sea más llevadero en un ambiente extraño y frío como son todos los
hospitales".
La segunda etapa de la campaña de Primal demanda la "libertad de
movimiento en el parto" y actualmente se encuentran juntando firmas
para hacer una petición formal ante al Ministerio de Salud Pública. En
la carta que ya han firmado centenares de mujeres y hombres de todo el
país y el extranjero se dice que "no existe evidencia ni
justificación alguna para obligar a las mujeres a permanecer acostadas
durante el proceso del parto. Esto, más bien, dificulta, prolonga o
imposibilita la dilatación y el nacimiento. Además, provoca
sufrimiento en el bebé". Se recomienda que se anime a la mujer a
buscar y utilizar la posición que prefiera. Asimismo, concluye la
carta: "quienes firmamos esta petición queremos contribuir al
cambio a favor del parto humanizado. Cambiar la forma de nacer,
cambiará la forma de vivir".
Una tercera etapa de la campaña, a concretarse en 2003, consistirá en
realizar experiencias piloto dentro de los hospitales para crear
espacios de verdadera humanización del parto. Esto consiste en
acondicionar una sala para la realización de experiencias centradas en
las necesidades de las mujeres, capacitaciones a las mujeres, personal
de salud y un grupo de personas que acompañarán la experiencia de las
madres.
Todas estas acciones, según sus impulsoras, pretenden que la sociedad
costarricense avance hacia la humanización del parto: "queremos
que cambien las normas de atención del parto; que existan lugares,
fuera de los hospitales, donde se de la adecuada atención humanizada y,
por qué no, llegar al ideal del parto en casa, práctica que se está
realizando
cada vez más en los países más avanzados en materia de salud".
Más información: http://www.cosmovisiones.com/primal