Muerte y dolor en Estados Unidos
Latinoamericanos
miembros de la Cruz Roja, |
Marcha de la comunidad árabe-americana por la PazLa pancarta dice " Paz en Estadaos Unidos y Palestina |
Radio
Internacional Feminista Muerte
y dolor embargan al pueblo de los Estados Unidos por los actos
terroristas que cobraron la vida de miles de personas en la Ciudad de
Nueva York y Washington,
este 11 de septiembre. Consternación,
repudio y condena internacional se hacen manifiestos en el mundo. Actos de índole tan perversa no tienen móviles ni objetivos más allá de su propia perversión. Ni las críticas más atinadas sobre el papel de los EEUU en los conflictos armados y políticos contemporáneos o pasados, nos acercan a una posible justificación. Si bien el gobierno de EEUU, históricamente, no ha requerido de razones legitimas para demostrar su poderío militar, económico y político contra otras naciones y sus pueblos, los hechos vividos en Nueva York y Washington, son el elemento que podrìa |
|
justificar
no solo perseguir a los responsables de estos crímenes para hacer
justicia, sino además, ser un triste pretexto para incrementar sus
posiciones hegemónicas en el mundo. Algunos
reclaman venganzas, represalias, cacerías, persecuciones, ensañamientos
más profundos. Otros indican determinación, cautela, precaución y
justicia. Nuevamente,
las víctimas son civiles. Personas con nombre y apellido, que acudían
cotidianamente a sus trabajos, transeúntes, turistas, pasajeros de
aerolíneas, niños, estudiantes, gente diversa que no imaginaba
que en pocos segundos serían víctimas de una tragedia común. El
dolor humano nos ha demostrado que todavía es capaz de conmover a una
humanidad indiferente, que no se compromete o manifiesta frente a la
injusticia, la crueldad, la destrucción del planeta, la miseria
extrema o la frívola opulencia. Incertidumbre es nuestra certeza. Ojalá que el dolor que hoy nos conmueve, sea lo suficientemente intenso para extenderse a todas las víctimas del mundo, las que no reciben condolencias de nadie, ni son recordadas por su nombre. |