Radio Internacional Feminista
Conferencia Mundial de Naciones Unidas contra el Racismo, la
Discriminación Racial, la Xenofobia y Formas Conexas de Intolerancia
Durban, Sudáfrica - 31 de agosto a 7 de septiembre del 2001


La Tertulia Informa
Mary Robinson: Las voces de las víctimas son llamados a la acción

Guatemala, 1 de septiembre del 2001 (Tertulia). En un mensaje al Foro Especial de Voces sobre Experiencias Comparativas del Racismo, Mary Robinson, Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y secretaria general de la Conferencia Mundial contra el Racismo, aseguró que "escuchar es una forma de empoderamiento".

"Escuchar el testimonio de las personas que han sufrido el racismo y la discriminación es vital para nuestra comprensión de estas lacras y para la búsqueda de formas más efectivas que las combatan", señaló. "Una cosa es ser conscientes de cuán diseminado está el racismo. Otra muy diferente es colocarnos en el lugar de quienes sufren abuso y discriminación cada día".

La Alta Comisionada dijo sentirse complacida de que en esta Conferencia se abriera un espacio para escuchar las historias personales de una amplia variedad de personas y reconoció el importante papel que en ello jugaron el International Human Rights Law Group y la Comisión de Derechos Humanos de Sudáfrica.

"Estas historias deben ser escuchadas, pero no basta escuchar con sensibilidad", advirtió. "Las voces de las víctimas son llamados a la acción -- a un mayor esfuerzo en nombre de quienes se encuentran en el extremo receptor del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y la intolerancia. Ésa es la única forma en que podemos demostrar que queremos seriamente forjar un mundo en el que tales abusos a los derechos humanos sean eliminados para siempre".

Durante su discurso en la inauguración de esta cumbre mundial, Mary Robinson reconoció que ésta no iba a ser una conferencia fácil."Pedirles a las personas que enfrenten los problemas del racismo en su entorno no es siempre bienvenido. Existe la tendencia a decir, 'No tenemos esos problemas en nuestro país'. Siempre es más fácil señalar con el dedo de la culpabilización que mirar seriamente nuestros propios prejuicios y sesgos".

Dijo que no debería ser una sorpresa que las negociaciones que llevaron a esta Conferencia hayan sido difíciles. "Los asuntos que estamos abordando aquí nos confrontan a tantos niveles: nacional, regional y localmente. Son unos de los más delicados que deben enfrentar las Naciones Unidas y la comunidad internacional. Conviene recordarlo durante la próxima semana. También deberíamos recordar que no podemos resolver en Durban todos los problemas del mundo".

La secretaria general recordó a la concurrencia que un tema que ella ha estado enfatizando es que "todos pertenecemos a una familia humana. Las familias no están de acuerdo en todo. Pero se ponen de acuerdo en ciertas cuestiones fundamentales y es eso lo que fortalece a las familias. Lo que estoy pidiendo de todos ustedes que nos pongamos de acuerdo en las metas fundamentales de esta Conferencia, y no que tratemos de resolver todos los problemas que figuran en la agenda internacional".

Mary Robinson dijo que, tras 18 meses de preparaciones para esta cumbre, le queda más claro que "necesitamos nuevas estrategias para combatir el racismo y la intolerancia en el mundo moderno. A quienes dicen que no necesitamos una Conferencia Mundial sobre este tema, les digo 'Miren a su alrrededor'. ¡Cuánta miseria, inequidad y conflicto provocan el racismo y la discriminación! Desde una perspectiva de derechos humanos, esta Conferencia es crucialmente importante. La equidad y la no discriminación son centrales para el logro de los derechos humanos".

El éxito en Durban, aseveró, "debería ser medido por si el resultado implica, o no, remedios y alivio efectivos para las víctimas del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y la intolerancia".

"Durban sólo será un hito si aquí se adopta un texto sustancial y hay un seguimiento significativo", aseguró. "La tarea por realizar antes de irnos es tener una clara comprensión sobre el seguimiento que debe ser logrado, sobre quién será responsable de las acciones necesarias y cómo podemos medir el progreso".

Por ello, para esta semana de trabajo solicitó a los Estados y especialmente a las y los delegados, en primer lugar, generosidad de espíritu, dado que la enorme tarea por delante no puede ser realizada con una mente estrecha. También pidió flexibilidad y buena voluntad hacia las opiniones de otras personas, puesto que el progreso sólo puede darse sobre esa base y así lo requiere la urgencia de diseñar nuevas estrategias para combatir el racismo y la discriminación.

Finalmente, la secretaria general apeló al sentido de visión de la concurrencia. "Sigo convencida que éste puede ser un momento decisivo para la comunidad internacional, y que tenemos la capacidad, al inicio de este siglo, para trabajar por un orden mundial que sea mejor y más justo".