Guatemala, 1 de
septiembre del 2001 (Tertulia). En un mensaje al Foro
Especial de Voces sobre Experiencias Comparativas del
Racismo, Mary Robinson, Alta Comisionada de Naciones
Unidas para los Derechos Humanos y secretaria general de
la Conferencia Mundial contra el Racismo, aseguró que
"escuchar es una forma de empoderamiento".
"Escuchar el testimonio de las personas que han
sufrido el racismo y la discriminación es vital para
nuestra comprensión de estas lacras y para la búsqueda
de formas más efectivas que las combatan",
señaló. "Una cosa es ser conscientes de cuán
diseminado está el racismo. Otra muy diferente es
colocarnos en el lugar de quienes sufren abuso y
discriminación cada día".
La Alta Comisionada dijo sentirse complacida de que en
esta Conferencia se abriera un espacio para escuchar las
historias personales de una amplia variedad de personas y
reconoció el importante papel que en ello jugaron el
International Human Rights Law Group y la Comisión de
Derechos Humanos de Sudáfrica.
"Estas historias deben ser escuchadas, pero no basta
escuchar con sensibilidad", advirtió. "Las
voces de las víctimas son llamados a la acción -- a un
mayor esfuerzo en nombre de quienes se encuentran en el
extremo receptor del racismo, la discriminación racial,
la xenofobia y la intolerancia. Ésa es la única forma
en que podemos demostrar que queremos seriamente forjar
un mundo en el que tales abusos a los derechos humanos
sean eliminados para siempre".
Durante su discurso en la inauguración de esta cumbre
mundial, Mary Robinson reconoció que ésta no iba a ser
una conferencia fácil."Pedirles a las personas que
enfrenten los problemas del racismo en su entorno no es
siempre bienvenido. Existe la tendencia a decir, 'No
tenemos esos problemas en nuestro país'. Siempre es más
fácil señalar con el dedo de la culpabilización que
mirar seriamente nuestros propios prejuicios y
sesgos".
Dijo que no debería ser una sorpresa que las
negociaciones que llevaron a esta Conferencia hayan sido
difíciles. "Los asuntos que estamos abordando aquí
nos confrontan a tantos niveles: nacional, regional y
localmente. Son unos de los más delicados que deben
enfrentar las Naciones Unidas y la comunidad
internacional. Conviene recordarlo durante la próxima
semana. También deberíamos recordar que no podemos
resolver en Durban todos los problemas del mundo".
La secretaria general recordó a la concurrencia que un
tema que ella ha estado enfatizando es que "todos
pertenecemos a una familia humana. Las familias no están
de acuerdo en todo. Pero se ponen de acuerdo en ciertas
cuestiones fundamentales y es eso lo que fortalece a las
familias. Lo que estoy pidiendo de todos ustedes que nos
pongamos de acuerdo en las metas fundamentales de esta
Conferencia, y no que tratemos de resolver todos los
problemas que figuran en la agenda internacional".
Mary Robinson dijo que, tras 18 meses de preparaciones
para esta cumbre, le queda más claro que
"necesitamos nuevas estrategias para combatir el
racismo y la intolerancia en el mundo moderno. A quienes
dicen que no necesitamos una Conferencia Mundial sobre
este tema, les digo 'Miren a su alrrededor'. ¡Cuánta
miseria, inequidad y conflicto provocan el racismo y la
discriminación! Desde una perspectiva de derechos
humanos, esta Conferencia es crucialmente importante. La
equidad y la no discriminación son centrales para el
logro de los derechos humanos".
El éxito en Durban, aseveró, "debería ser medido
por si el resultado implica, o no, remedios y alivio
efectivos para las víctimas del racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y la
intolerancia".
"Durban sólo será un hito si aquí se adopta un
texto sustancial y hay un seguimiento
significativo", aseguró. "La tarea por
realizar antes de irnos es tener una clara comprensión
sobre el seguimiento que debe ser logrado, sobre quién
será responsable de las acciones necesarias y cómo
podemos medir el progreso".
Por ello, para esta semana de trabajo solicitó a los
Estados y especialmente a las y los delegados, en primer
lugar, generosidad de espíritu, dado que la enorme tarea
por delante no puede ser realizada con una mente
estrecha. También pidió flexibilidad y buena voluntad
hacia las opiniones de otras personas, puesto que el
progreso sólo puede darse sobre esa base y así lo
requiere la urgencia de diseñar nuevas estrategias para
combatir el racismo y la discriminación.
Finalmente, la secretaria general apeló al sentido de
visión de la concurrencia. "Sigo convencida que
éste puede ser un momento decisivo para la comunidad
internacional, y que tenemos la capacidad, al inicio de
este siglo, para trabajar por un orden mundial que sea
mejor y más justo".
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