10
Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe
São Paulo, Brasil, 10 de Octubre 2005
Las
“grandotas” y las jóvenes: trabajar por un feminismo integrador
Por Dafne Sabanes Plou, del
Programa de Mujeres de APC
Las mesas de Diálogos Complejos que abordaron el tema de “Feminismo, juventud
y poder” fueron bien concurridas y el entusiasmo de las jóvenes en el
auditorio se hizo notar con aplausos, risas y diversas demostraciones de apoyo a
las intervenciones de las panelistas. Las demandas de las jóvenes por más
participación en el nivel de decisiones del movimiento feminista y un mayor diálogo
con la generación de “las grandotas”, como denominan a las feministas históricas
y a las mayores, fueron centrales en toda la discusión.
Pero da la impresión de que nadie quiere generar debates falsos, aunque existen
tensiones y es necesario revisar las relaciones de poder que se construyen
dentro del movimiento y que impiden trabajar con una mirada capaz de integrar
las distintas expectativas, ideas y propuestas en un diálogo intergeneracional
fructífero.
Una representante joven de Honduras, Susana Flores, señaló que en su país las
mujeres jóvenes están pensando en poner en marcha una Escuela de Feminismo,
donde las jóvenes puedan escuchar y compartir con las feministas mayores y
conocer mejor al movimiento feminista y sus propuestas. Pero hay quienes
consideran que los aprendizajes no deberían pensarse de esta manera, sino que
tanto las “grandotas” como las jóvenes deberían estar dispuestas a
aprender unas de otras en el intercambio de experiencias y en la concreción de
acciones conjuntas.
Para las jóvenes la meta es no retroceder en los logros obtenidos por
generaciones anteriores, sino crear estrategias capaces de lograr avances en la
región sobre temas como el del fundamentalismo religioso, por ejemplo, que
tanto está haciendo contra el avance de los derechos de las mujeres, sobre todo
en el área sexual y reproductiva. Las jóvenes quieren mantener firme su
derecho a cuestionar , pero consideran que es importante profundizar para sumar
e incorporar a más mujeres.
En tanto, las “grandotas” señalan que es necesario dejar atrás un modelo
de feminismo corporativo e institucionalizado para que las nuevas generaciones
puedan concretar las respuestas a sus necesidades e intereses, aprendiendo de
los aciertos de aquellas que las antecedieron en el movimiento y evitando
cometer los mismos errores.
|