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Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe
São Paulo, Brasil, 10 de Octubre 2005
Juntas al fin
10 de Octubre 2005
Laura Valle Otero y Osiris Canales Rodríguez
Fundación Puntos de Encuentro. Nicaragua.
Arranca el 10mo Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe
Más de mil 200 mujeres crearán estrategias regionales para trabajar desde el
feminismo por la democracia
Eran las cinco de la tarde y todavía seguían llegando. El español, mezclado
con el inglés, el quechua, el portugués y otras lenguas, empezó a resonar en
la atmósfera de montaña de Serra Negra. Era como un amasijo de sonidos?cadenciosos, musicales- que iban tejiendo el idioma común que hablarían a
partir de ese día: feminismo.
Una por una, de grupo en grupo, país por país, fueron llegando las mujeres de
todas partes, especialmente de Latinoamérica y el Caribe, hasta que al fin juntas, mil 200 mujeres se dieron la bienvenida en el 10mo Encuentro Feminista
Latinoamericano y del Caribe.
Estos encuentros son el espacio de reunión física del movimiento de mujeres de
la región, por excelencia. En ellos, las mujeres -como individuas y a través
de las organizaciones que integran- debaten sus preocupaciones, sus prioridades, acuerdan metas, estudian sus retos y crean estrategias de trabajo
conjunto.
En esta ocasión, las mujeres de diversos países, movimientos sociales, orientaciones sexuales, clases sociales, razas, etnias, edades y experiencias,
pondrán todo su empeño en repensar el vínculo esencial que existe entre Feminismo y Democracia. ?Pretende ser un espacio revitalizador, de diálogo.
Que esta interacción ocurra en torno al eje central, que será Feminismo y Democracia, en el sentido de una búsqueda permanente de propuestas
alternativas para la superación de las desigualdades sociales y políticas en
todas sus dimensiones?, expresaron las mujeres de la comisión organizativa del encuentro.
Más jóvenes
Un cartel negro imponía la palabra Mulher ?mujer- en letras mayúsculas. Rótulos con nombres de las organizaciones brasileñas tapizaban las paredes, y
una silla aguardaba a cada una de las mulheres dentro del salón, blanco, enorme
y sencillo, donde se inauguró oficialmente el encuentro.
Una proyección en la pared irrumpió el barullo. La historia del Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe surcó el salón en forma de
luz, sonido y color. Algunas de las presentes estuvieron ahí. Hoy tenían exactamente 24 años más. Otras, son mujeres adultas con larga trayectoria en
el movimiento. El resto, casi la mitad de participantes, son jóvenes.
Estos encuentros deben tener siempre por lo menos un 50 por ciento de jóvenes, para reforzar los debates con nuestra visión. En este 10mo Encuentro
hemos roto récord. Somos casi la mitad?, dijo Lia Lopes Almeira, joven participante del encuentro. ¿Qué edad tenés? - le pedí resolviera mi
incógnita- 18 años? me dijo?
Lia vive en Sao Paulo trabaja con tres organizaciones sociales y estudia derecho. Demuestra mucha propiedad al hablar. Reafirma que es feminista con
gran seguridad. Me explicó: ?Antes, siendo una joven no podías decir que eras feminista. Ser feminista se asociaba con la cantidad de años que llevas
integrando el movimiento, con la experiencia y muchas veces con los grados académicos. Hoy, sabemos que el feminismo es una forma de ver la vida y de
trabajar para cambiarla, para que todas y todos podamos vivir en igualdad, con
las mismas oportunidades y derechos. Eso es integrador, por eso ahora hay más
jóvenes feministas, aunque en ese sentido quedan muchos retos más?.
Prioridad: La democracia
El tema Democracia resulta la preocupación común de los movimientos de mujeres
en la región. La globalización, el recrudecimiento de un sistema neoliberal deshumanizante, excluyente y mercantilista, las transiciones y procesos de
pacificación son parte del contexto común en la región.
Las pasiones están agitadas. Para muchas, la corrupción política y gubernamental en alianza con jerarcas de la iglesia católica, ha provocado un
retroceso en logros alcanzados por y para las mujeres, en lo legal y lo social.
Frente a esto, con mucha sabiduría, Sonia Leite, mujer negra miembra de la comisión, instó a debatir el tema ?con serenidad, para lograr un nuevo
consenso y poder cambiar o reforzar las posiciones y estrategias?.
Las luces se fueron apagando y las mujeres salieron en estampida, llenas de energía, hacia el salón donde las esperaban el grupo Amulheradas, siete
jóvenes negras, no mayores de 25 años para arrancar con la fiesta de bienvenida. Entre ritmos afro-latinos, las mujeres repetían en coro:
? Mujer, guerrera, defendiendo la vida. Mujer eres una guerrera, como un fiera?.
El idioma de nuevo era uno solo.
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