Radio Internacional Feminista/ Noviembre 2005
Escuela de las Américas Una Mirada desde América Latina
Por
Gladis Zárate
Historia La Escuela de las Américas, ahora llamado Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica (SOA/ WHINSEC por sus siglas en inglés) fue establecida en Panamá en 1946, y luego trasladada a Fort Benning, Georgia, EEUU en 1984. Su objetivo, según el Departamento de Seguridad de los EE.UU, es transferir técnicas operativas militares para mantener "la seguridad en los países democráticos". En sus cincuenta y nueve años, la SOA ha entrenado a más de 61.000 soldados latinoamericanos en técnicas de tortura, técnicas de combate, tácticas de comando e inteligencia militar. En la actualidad la Escuela de las Américas entrena cada año cerca de mil soldados y policías.
Made In Usa, una etiqueta indeleble Con el pretexto de ayudar a mantener la seguridad de los países de América Latina, militares latinoamericanos siguen adiestrándose en la Escuela de las Américas. Muchos de sus graduados han sido identificados como responsables de innumerables violaciones a los Derechos Humanos en los países donde han regresado. Su participación ha sido registrada en masacres de comunidades, asesinatos, torturas, violaciones y desapariciones en países como Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Bolivia, México, Panamá, Haiti, Colombia. En El Salvador encontramos participación de graduados en la SOA en el asesinato del Arzobispo de San Salvador Oscar Arnulfo Romero en 1980, en el asesinato de las religiosas norteamericanas Ita Ford, Maura Clark, Dorothy Kazel y la trabajadora social Jean Donovan torturadas, violadas y asesinadas el 2 de diciembre de 1980, en el asesinato de líderes sindicalistas, en la masacre de El Mozote y en la masacre de los Jesuitas. En Guatemala en el asesinato de la antropóloga Myrna Mack. En Colombia en la Masacre de Trujillo, en la cual 107 campesinos fueron asesinados, en la Masacre de Segovia y en la Masacre de Urabá . Entre sus "destacados pupilos" encontramos a Manuel Noriega, de Panamá, Efraín Ríos Montt, de Guatemala y Hugo Banzer Suaréz, de Bolivia.
Nace la protesta, crece un movimiento Desde hace 16 años frente a las instalaciones de la Escuela de las Américas se congregan miles de personas exigiendo al gobierno de los EE.UU que la cierre. Este movimiento surge en 1990, luego que el Congreso de EE.UU señaló que 19 de los 26 autores de la Masacre de los Jesuitas, ocurrida en noviembre de 1989 en El Salvador, habían sido entrenados por el ejercito de los EE.UU en la Escuela de las Américas. En noviembre de cada año en Fort Bennig se rompen los esquemas. El movimiento por la paz se hace presente y su manifiesto es claro y directo: cerrar la SOA. Allí se olvidan los racismos, los idiomas, las fronteras; allí se reúnen miles de personas, en su mayoría estadounidenses, para exigir a su gobierno el respeto por la autonomía de los pueblos. Son ellos y ellas los que hacen la diferencia, por ello la necesidad de no confundirnos; los gobiernos son una cosa y su gente otra, porque como cualquier país de América Latina en los "EE.UU también el concepto de democracia es bastante confuso".
Voces haciendo el presente "Hace poco contacté a una mujer de las tantas que han sido víctima de las persecuciones políticas, de la intolerancia de los gobiernos . La conversación fue telefónica, es la segunda vez que hablo con ella . Nos identificamos, hubo un silencio largo, yo diría casi púdico y me dijo: hermana que te puedo decir; me tuvieron en tortura no sé cuantas noches, ni cuantos días. Salí irreconocible de allí y no porque me hayan arrancado todo el cabello y hubiese perdido uno de mis ojos, por eso no, esto sería lo de menos. Irreconocible porque jamás me volví a reconocer, porque me partieron en pedazos, me fragmentaron la vida; los pedazos los perdí por siempre, no los pude encontrar; todavía siento que me pierdo. Lo único que no dejo perder en mi horizonte fue el rostro de mi hijo que en ese momento era un bebé de 14 meses, yo tuve un mal presentimiento y ese día temprano lo llevé a casa de mi madre. Lo volví a ver tres años más tarde. Hoy el es un joven que cursa la Universidad, es alegre y guapo, el amor de él es el que me permite mantenerme; hermana no te puedo decir más, los detalles serían como una obra de horror teatral, algo inimaginable (activista política) Esta realidad sólo puede entenderla quien ha pasado por esto". Así como ella hay cientos de mujeres, hombres, niños, activistas políticas /os, campesinos, indígenas, sindicalistas, maestros, defensores de derechos humanos, estudiantes que han sido torturados, desaparecidos, asesinados por militares adiestrados en el S.O.A (School of Americas) Es por ellas y ellos, por aquellos y nosotros que en Fort Benning se congregan del 18 al 20 de noviembre miles de personas, que entonando cánticos y alabanzas alzan sus voces para decir en una sola voz, en un solo lenguaje, ¡Presentes, presentes!
Presentes por quienes quisieron ser y no los dejaron ser. Presente
Orlando Valencia un afrodescendiente colombiano que fue retenido
frente a la presencia internacional y días después fue encontrado
asesinado. Deja a su esposa con siete hijos. Deja a sus hijos sin padre.
Fuentes
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