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En muchos países en desarrollo, las mujeres y los
niños caminan grandes distancias para recolectar agua limpia
cuando las fuentes de agua cerca están contaminadas o son
reducidas por los humanos, animales o peligros naturales como
sequías. Aproximadamente el 30% de las mujeres en Egipto
caminan mas de una hora al día para resolver sus necesidades de
agua. En algunas partes de África, las mujeres y los niños
pasan 8 horas al día recolectando agua.
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El acceso inadecuado al agua y la mala calidad de
la misma afecta la producción agrícola y ganadera, aumenta el
trabajo de recolección, almacenamiento, protección y
distribución de agua y tiene un impacto en la salud de las
mujeres y sus familias.
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Como las recolectoras de agua tradicionales y
guardianas de la salud familiar, las mujeres tienen la gran
responsabilidad de lidiar con la ausencia de servicios de
saneamiento. La falta de estas facilidades tiene un impacto
diferente en hombres como en mujeres. Por ejemplo, el dinero que
se les da a los hombres para la compra de letrinas es utilizado
para otros propósitos, ya que estas son una mayor prioridad
para las mujeres que para los hombres.
Manejo
de la Línea Divisoria de Aguas
Por Jackie Siles,UICN
Revisado por Lorena Aguilar y Silvia Lara
Adaptado y traducido del inglés por: Claudia Anfossi, Radio
Feminista
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Dentro de los muchos servicios ambientales que nos
provee el ecosistema, el suministro de agua limpia es uno de los
mas críticos para la humanidad. Hoy en día, mas de 1.7
billones de personas viven en 40 países
con niveles críticos de cobertura forestal, y casi 250
millones de personas en 20 países experimentan escasez de
bosque y agua potable.
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Ya que las mujeres dependen mas de los recursos
forestales para su supervivencia e ingreso económico, y las
mujeres y sus hijas son responsables de la recolección de
madera y agua, la degradación de las líneas divisorias de
aguas tienen un impacto negativo en su salud, ingreso, y
cantidad de trabajo en ellas.
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Las iniciativas del manejo de las líneas
divisoras de aguas excluyen a las mujeres ignoran a la mitad de
la población, disminuyendo la efectividad
de las acciones que promueven.
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En los países en desarrollo, las mujeres han
tenido que escoger entre darles de comer a sus familias o pagar
el recibo del agua como consecuencia del mal manejo y la
privatización del agua.
Para más información puede escribir a:
Radio Internacional Feminista (RIF) a: pressgendercaucus@yahoo.com
o
Lorena Aguilar, Asesora de Género, IUCN a: lorena.aguilar@iucn.org |
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