Banca Kristal, una inversión frágil

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BANCA KRISTAL, UNA INVERSIÓN FRÁGIL

28 de diciembre de 2015/ Radio Internacional Feminista
Por Katerina Anfossi

Hace unas semanas se dio a conocer un nuevo servicio bancario llamado Banca Kristal destinado a las mujeres,  que promete  a las usuarias servicios y productos financieros que les permitan suplir sus necesidades en créditos, seguros y débito, al tiempo que son atendidas por mujeres capacitadas. Su lema publicitario es “Ninguna mujer es complicada” y su color distintivo es el rosa.

Esta noticia no tardó en levantar diversas opiniones generando un debate en distintos sectores académicos, financieros y feministas.

Las razones son diversas

1. Un gasto excesivo de 10 millones de dólares utilizado en contratar y capacitar personal, equipo técnico, infraestructura,  publicidad y otras. 10 millones de dólares que podrían utilizarse como capital semilla para muchas unidades productivas de mujeres, incipientes o en algún grado de desarrollo.

2. Un concepto “liviano” que reafirma prejuicios y estereotipos a través de la publicidad aparecida en los periódicos (al menos al momento de su lanzamiento), donde vemos un sector de mujeres jóvenes, profesionales, blancas, exitosas y aparentemente nada complicadas como dice el “slogan”.  

3. Una tasa de interés en la tarjeta de crédito ocho puntos más alta que las que ofrecen los bancos públicos como el Banco Nacional y el mismo Banco de Costa Rica.

Que aporta a las mujeres la Banca Kristal

Bien es sabido que el sistema financiero ofrece muy pocas ventajas a mujeres sin ingresos medios ni  altos,  a no ser por una tarjeta de ahorro o una cuenta corriente donde recibir el salario o la pensión, o algún crédito personal para el cual hay que contar con fiador, o algún bien que pueda garantizar el pago de la deuda.

Si bien la Banca Kristal podría ser un recurso útil para un sector de mujeres de  mediano y alto poder adquisitivo,  nos preguntamos si parte de este esfuerzo y recursos podrían dedicarse a sectores de mujeres con menos posibilidades de acceder al sistema bancario nacional.   

Revisando programas estatales para impulsar la autonomía económica de las mujeres  a través de las microempresas, encontramos distintas iniciativas. Sin embargo, los requisitos que solicitan en casi todos estos programas no son nada fáciles de cumplir. Por ejemplo, una microempresaria en busca de un financiamiento tendrá que demostrar una continuidad en el mercado, estar inscrita como contribuyente en Hacienda, contar con póliza de riesgos, seguro social al día, patentes, un plan de mercadeo, un producto “ingenioso”, etc. etc….

Si bien las mujeres no han sido objetivo primordial de los bancos, es posible que quienes   imaginaron la Banca Kristal, constataron lo que pequeñas empresas destinadas al microcrédito han señalado al afirmar que las mujeres hacen frente a sus deudas de manera constante y responsable.  

Entonces, podrá la Banca Kristal desafiar y  apostar por aquellas que requieren oportunidad para invertir en un negocio pero carecen de garantías inmobiliarias, o en aquellas que sueñan con adquirir su casa, en terminar sus estudios y en esas que necesitan un acompañamiento para sus emprendimientos.

Podrá la Banca Kristal ofrecer algo a los 127.064 hogares sostenidos con el esfuerzo de mujeres, muchas de ellas desempleadas, o trabajadoras agrícolas temporeras, o trabajadoras en la economía informal,  casi todas  mal pagadas, sin garantías ni derechos laborales.

La Diputada Epsy Campbell del Partido Acción Ciudadana señalaba al periódico La Prensa Libre “Cinco mil millones ya gastados en Banca Kristal no es poca cosa: podrían ser invertidos en dos mil a tres mil créditos para mujeres de un millón a dos millones y medio de colones para fortalecer, iniciar negocios o invertir en la producción agropecuaria. Cinco mil millones que implican 200 soluciones de vivienda de 25 millones para mujeres de clase media baja y baja.”

Adilia Caravaca, integrante de la Liga Internacional de Mujeres Pro Paz y Libertad, señaló "Las mujeres productoras, del campo y la ciudad, requieren políticas públicas consistentes, integrales, que faciliten el acceso a capacitación, crédito, tierra, tecnología, espacios de comercialización, apoyo legal para facilitar su asociatividad, procedimientos más simples, que no les demanden horas infinitas en tramitología y costos accesible, capacitación financiera y productos que permitan que sus actividades crezcan; y una red de cuido que les permita disponer de tiempo para su trabajo, con la confianza que las niñas y niños, adultos mayores o personas que requieran un cuidado especial en sus familias estarán bien atendidos."

Más allá del color rosa, actualmente símbolo de la lucha contra el cáncer de mama,  la Banca Kristal  puede ser una oportunidad para mejorar la calidad de vida de muchas mujeres que aspiran a desarrollar sus propios emprendimientos. Desafiar al sistema financiero puede ser una oportunidad de marcar la diferencia. Sin embargo, pretender que el camino para salir de la pobreza y alcanzar la autonomía económica está en el acceso y desarrollo de un sistema económico y financiero que apoye a las mujeres, sería desconocer que el problema es mucho más grande y que requiere cambios profundos en los paradigmas del desarrollo.