RADIO INTERNACIONAL FEMINISTA- FIRE
marzo 2008

 
SOLIDARIDAD ENTRE MUJERES Y COMUNIDADES INDÍGENAS

CAMINO A TALAMANCA

Por Katerina Anfossi
Radio Internacional Feminista
Marzo del 2008

 

Talamanca ha sido el hogar  de  los pueblos indígenas Bribri, Cabécar, Nyobe, culturas ancestrales albergadas en las montañas de la Cordillera de Talamanca, lugar de resistencia indígena contra el Tratado de Libre Comercio, contra la explotación petrolera, la usurpación ambiental y el robo de conocimientos, lugar el cual Radio Feminista visitó nuevamente.


Panga que nos llevará a Yorkín


Río Yorkín

 

En esta oportunidad nos desplazamos hacia Alta Talamanca, a la comunidad de Yorkín. Nuestro propósito era adentrarnos en las montañas para conocer y entregar utiles escolares, libros y uniformes de escuela a la señora Otilia Marín, una líder comunitaria quien junto a otras mujeres han hecho de la solidaridad y el compartir un acto cotidiano.

Ella junto a una líder de la comunidad de Agua Salud, ubicada a unas 3 horas de Yorkín y de acceso mucho más difícil, conciliaron en solicitar a Radio Feminista y compartir entre ambas comunidades lo recaudado, poniendo prioridad en Agua Salud, ya que las condiciones son más difíciles para los habitantes de la Alta Talamanca, según lo expresó ella.

Este hecho fue el que nos motivó a querer conocerlas, cómo podíamos no participar en un acto de tanta generosidad, donde el compartir no constituye conflicto, es un acto cotidiano, una práctica de vida que les ha permitido resistir, un valor cultural femenino desarrollado principalmente por las mujeres indígenas.

 



Isaías utiliza la vara de jarabillo



Tomás mira a Andrea empujando la panga

 

En la comunidad de Yorkín, la familia de la sra Otilia está desarrollando junto a otras familias de la comunidad un proyecto de ecoturismo, el cual nos entusiasmaba conocer, ya que el mismo les permite conservar sus territorios, controlar el número de visitantes y proveer a la comunidad un recurso económico escaso.

Esta comunidad está ubicada en la zona de Corriente Grande, a la orilla del Río Yorkín, un afluente del río Sixaola, límite fronterizo entre Costa Rica y Panamá.

Desde Puerto Viejo en el Caribe costarricense, nos dirigimos al poblado de Bambú. Allí nos esperaban Humberto e Isaías en la tradicional panga o embarcación indígena hecha del tronco del cedro amargo, la cual es impulsada con unas varas de jarabillo, indispensable para cruzar los rápidos, o empujar la panga en el verano, cuando el caudal es muy bajo. Afortunadamente la panga tiene un motor fuera de borda permitiendo a Humberto e Isaías leves descansos.


En las montañas de Talamanca


Jóvenes de Yorkín

El tiempo pasa rápido. Luego de andar río arriba y ayudar a empujar la panga comienza una caminata que nos permite adentramos en la inmensidad del bosque primario hasta llegar a nuestro destino. Allí nos reciben cuatro muchachas que nos enseñan la Escuela Unidocente y el Centro de Salud.

En el camino encontramos un pequeño cementerio y nos explican que en su cultura los muertos permanecen en sus tierras, cerca del hogar. En nuestro recorrido encontramos algunas familias que desde la distancia nos saludan.

 


Paneles solares y casa taller


Sra Otilia Marín en su cocina

 

Hemos llegado y por fin conocemos a la sra. Otilia. Allí nos enseñan el proyecto de ecoturismo Aventuras Naturales Yorkin, fundado en 1996. Una casa cónica de tres niveles sirve de alojamiento para turistas, un salón para talleres hecho sobre tabiques de madera gruesa, con paredes y pisos de corteza de chonta cortada en láminas delgadas y techos de suita, una fibra natural, que luego de ser trenzadas se acomodan hasta formar un tejido que resistirá la lluvia y el sol por mucho tiempo, forman parte del paisaje que nos recibe.

En el jardín encontramos plantas medicinales, flores, árboles frutales y tuberculos, todos clasificados y con una placa de madera indicando su nombre.

 


Casa familiar

 


Una joven vecina nos visita

 

En Yorkín viven unas 40 familias, todas distanciadas geograficamente entre sí. La sra.Otilia nos explica que cultivan  el ñampí, la yuca y otros  tubérculos para la alimentación.

El banano y el cacao son los cultivos que generan mayor ingreso. Sin embargo la ganancia es poca debido al alto costo de la gasolina que necesitan para sacarlos por el río hasta bambú o suretka, hasta donde lleganlos intermediarios. Una vez al mes bajan unos 1000 kilos de banano y obtienen una ganancia de 45000 colones ($90).

El cacao tiene mayor ganancia, ya que se paga a 850 el Kilo, sin embargo solo se producen 2 cosechas una vez al año, por lo que siguen buscando nuevas opciones como el turismo y cultivos hidropónicos.

Ella nos cuenta que su madre y padre hablaban Bribri, pero que ella, aunque lo entiende todo, habla muy poco. Explica que cuando le tocó ir a la escuela estaba prohibido hablar en bribri y los maestros se reusaban a enseñar en la lengua nativa. Su padre convencido de que solo aprendiera español, le prohibió visitar a la abuela, quien era la única que le hablaba en Bribri.

Actualmente las escuelas indígenas intentan desarrollar una educación bilingue, como forma de preservar la lengua materna del pueblo Bribri, lo que no resulta fácil, ya que faltan educadores que conozcan y puedan enseñar a escribir y leer en español y Bribi.

Nos recuerda que la cultura Bribri es matrilineal, por lo que la descendencia y la identidad cultural la transmite la madre.

Nos llama a su mesa para compartir un almuerzo familiar y un jugo de naranjilla, hecho en el mismo momento. Nos cuenta sobre sus 7 hijos, 4 mujeres y 3 hombres. Ccoloca todo en la mesa, pero no se sienta a almorzar hasta serviles a todos, como ocurre en cada hogar de nuestro planeta, las mujeres son las últimas en la distribución y las primeras en compartir.

 


Junior nuestro guia del camino



Junior, Yarman y don Guillermo

 

Recostada en su hamaca nos habla de como son descritos los pueblos indígenas por muchos medios de comunicación. Ella no desea una cama, le gusta su hamaca, no quiere paredes en los salones donde hacen talleres, su arquitectura no los requiere. Sin embargo, muchas veces este hecho es usado para describir su forma de vida como de gran pobreza, a lo cual responde señalando que hay bienes mayores que las cosas materiales. Reconoce que hay necesidades que satisfacer y requieren generar mayores ingresos para abastecerse de aquello que no producen como arroz, aceite y azúcar.

Orgullosa nos muestra las celdas solares que les ha instalado el ICE (Instituto Costarricense de Electricidad), con lo cual tienen luz y un sistema telefónico que funciona muy bien.


Kata


En el camino nos encontramos con 2 mujeres que se dirijen a Yorkin

 

Las horas pasan, quedan tantas preguntas por hacer, tantas historias que quisieramos escuchar, pero hay que volver antes del anochecer nos dice don Guillermo, esposo de la sra.Otilia. El y Junior, uno de los nietos menores, están listos para emprender la cabalgata que nos llevará de vuelta a Bambú. Dos horas nos esperan a través de las montañas y el río, caminando y a caballo vamos compartiendo, profundamente agradecidas.

Talamanca fue una de las regiones que votaron contra el Tratado de Libre Comercio en el referendum de octubre del 2007. Ahora se enfrentan a una nueva lucha como es sostener el Convenio 169 de la OIT en el cual se les reconoce autonomía sobre sus tertritorios y oponerse al convenio de la Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV) que tiene como objetivo la protección de las obtenciones vegetales basados en el derecho de propiedad intelectual. permitiendo a las empresas nacionales o extranjeras patentar y licenciar todas las formas de vida, especies vegetales y los conocimientos ancestrales sobre plantas medicinales, entre otras.

 

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Fotografías de Yarman Jiménez, katerina Anfossi y Andrea Alvarado