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Marzo 2000 |
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Nota
de Prensa De acuerdo con el Movimiento Nacional Colombiano de Mujeres Autoras y Actoras de Paz, toda propuesta de superación y progreso pasa por cambios estructurales que tienen que ver con la inversión social, la educación, la salud y la promoción del desarrollo rural y capital humano, la cualificación de la oferta y de sus servicios, y la garantía de un desarrollo sostenible que reconozca y reinvindique la diversidad humana en Colombia y la biodiversidad. Esta acción forma parte de una campaña por la solidaridad con el pueblo Colombiano en la cual rechazan el modelo de guerra y el aval de las armas como medio de confrontación entre los seres humanos, proponiendo confrontaciones ideológicas y diálogos para la negociación pacífica. Así mismo manifiestan que la inversión sobre el modelo actual de guerra ha ocasionado el costo social más alto de la historia colombiana con más de un 70% de la población en pobreza y miseria, de los cuales el 52% es de mujeres. Proponen y se esfuerzan por lograr el ejercicio en la práctica cotidiana, de un cambio de actitudes que supere la furia, la rabia, el rencor y la soberbia, potenciando virtudes de sencillez, prudencia, humildad, solidaridad, comprensión. Con nuevas actitudes que hagan sede de amor, sabiduría y paz con pactos desde lo micro a lo macro, alianzas personales, cotidianas, familiares, locales, nacionales a niveles sociales, culturales, económicos y políticos. En ese sentido rechazan la inclusión de las y los niños en los conflictos armados, tanto dentro de los ejércitos en guerra como de mediadores y colaboradores, y también siendo espectadores de las atrocidades armadas en terreno o mediante los medios de comunicación. Exigen la participación plural y equitativa de las mujeres en la solución de los conflictos y en la adopción de decisiones en las Mesas de negociación y en todos los espacios por la Paz del país. Se oponen que los recursos Nacionales e Internacionales como el Plan Colombia (Recursos de USA), sean canalizados para el fortalecimiento militar y de guerra, abandonando y deteriorando con ello la inversión para el desarrollo social. Rechazan la utilización de armas biológicas en la erradicación de cultivos ilícitos. Exigen el respeto por las zonas rurales a donde se desarrolla un alto porcentaje de la economía Nacional, y el respeto por los territorios ocupados ancestralmente por comunidades indígenas y negras, por la convivencia pacífica de sus pobladores y la atención humanizada a colombianas y colombianos en situación de vulnerabilidad y desplazamiento forzoso. Su propuesta es de respeto que se yergue en el territorio Nacional Colombiano. Medio que se atropella y desarticula por la intervención irrespetuosa del depredador propio y extraño que abusadores del poder que violentan y mutilan la naturaleza y el derecho de todas y todos los colombianos a vivir dignamente con ella y contemplar una relación armónica con el entorno. Solicitan que se detenga la retención y la desaparición forzada como medio de presión o financiamiento de los actores en conflicto. La libertad humana es un derecho fundamental y su violación lesa el Derecho Internacional Humanitario. Han
convocado a no perder las esperanzas para que entre todos y todas
aporten a la construcción de un proyecto nacional, que frente a la
fragmentación logre articular las diferencias sin homogenizarlos,
concertando una agenda común de reordenamiento político que supere el
caos y la injusticia social en la cual se encuentran inmersas e inmersos
los colombianos.
Mujeres
Autoras y Actoras por la Paz El grupo está constituido como fuerza feminista de presión, con voluntad amplia de interlocución y diálogo, así como con propuestas y luchas que abren y cierran caminos hacia la paz, en diversos ámbitos tanto desde La sociedad civil, hasta la oficialidad. Actúan a través del ejercicio de su ciudadanía como sujetas sociales, políticas y económicas y culturales, haciendo parte activa de la fuerza participativa de la sociedad civil, e incidiendo como mujeres de manera propositiva ante los actuales procesos de paz que se vienen adelantando en Colombia. Son expresión de las organizaciones indígenas, afrocolombianas, jóvenes, mujeres desplazadas, sectores urbanos y rurales. El
grupo está constituido como fuerza feminista de presión, con voluntad
amplia de interlocución y diálogo, así como con propuestas y luchas
que abren y cierran caminos hacia la paz, en diversos ámbitos
tanto desde La sociedad civil,
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