COMUNICADO DE PRENSA # 9.A

30 de junio. San Juan. P.R. Equipo de Prensa Mujer/RIF-FIRE (Alejandra Fosado)

Después de una serie de discusiones que iniciaron el día 28 de junio, el caucus de mujeres llego finalmente a un consenso sobre el discurso final que se presento este miércoles en el pleno de la 33 Sesión de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL).

En los 3 minutos que les fueron concedidos, las mujeres, en voz de Margaret Gill de Caribean Feminist Research and Action (CAFRA) se pronunciaron en primer lugar contra la discriminación de toda índole, la erradicación de la pobreza y el derecho al desarrollo.

Asimismo, recordaron que la salud es un derecho elemental de todas las personas, así como el de decidir libre y responsablemente el numero y esparcimiento de sus hijos, así como la información, la educación y los medios para hacerlo.
 
Reconocieron también que, en los diferentes sistemas sociales, culturales y políticos, existen diversas formas de familia que tienen derecho a recibir protección y apoyos amplios.
 
Entre las propuestas que hicieron las jóvenes del caucus y que fueron suscritas por las demás mujeres del grupo, destaca la protección y promoción de los derechos de los adolescentes a la educación, la información y la asistencia. “Estos servicios deben los derechos de los adolescentes a la intimidad, confidencialidad, el respeto y el consentimiento basado en una información correcta”.

Los puntos que retomo el caucus de las propuestas de las mujeres indígenas fueron el reconocimiento y apoyo de los Estados a su identidad, cultura e intereses, así como el derecho a participar plenamente en la vida económica, política y social de sus países.  

Las mujeres del caucus ratificaron que en los casos en los que el aborto no es contrario a la ley, los sistemas de salud deben capacitar y equipar al personal de salud y tomar otras medidas para asegurar que el aborto se realice en condiciones adecuadas y sea accesible.

Asimismo, recordaron que toda persona tiene derecho a la educación que deberá orientarse hacia el pleno desarrollo de los recursos humanos, de la dignidad humana y del potencial humano prestando especial atención a las mujeres y las niñas.

Las mujeres del caucus aseguraron su declaración no es resultado de un seminario feminista exigiendo la despenalización del aborto, ni el sueño con el que se despertaron las mujeres en la favela o el batey, ni un manifiesto de las mujeres lesbianas por los derechos sexuales, sino el Programa de Acción de El Cairo, acordado por sus gobiernos y reafirmado en Puerto España y Santiago.

“Son los compromisos que queremos ver cumplidos en la región mas desigual del mundo, donde el modelo económico sigue generando una deuda externa calculada en millones y millones de excluidos, desplazados, discriminados y silenciados de los cuales la inmensa mayoría son mujeres”,  dijo Gill.

De esta manera, reafirmaron el Programa de Acción de El Cairo y los acuerdos que fortalecen los derechos humanos, la justicia y el bienestar de toda la ciudadanía.