COMUNICADO DE PRENSA #2

26 de junio, San Juan, P.R. RIF/FIRE (María Suárez Toro)

Las más de 100 feministas de América Latina y El Caribe reunidas en esta capital en el Foro de ONG "Reafirmando Cairo + 10" concluyeron que la aplicación de los compromisos gubernamentales del  Programa de Acción de la Conferencia Mundial de la ONU sobre Población y Desarrollo (CIPD) adoptada en Cairo hace 10 años tiene sus claroscuros. 

Los claroscuros, lejos de ser una cuestión de raza, son un asunto de óptica "neuro-política" en un contexto de negociación de consensos internacionales como el de las Naciones Unidas. "Nunca es una negociación entre iguales "  dijo a este medio la nicaragüense  Ana María Pizarro de SIMUJER y de la Red de Salud de Mujeres de América Latina y el Caribe, quién añadió que los Estados Unidos y el Vaticano hegemonizan cada vez más en los debates que tienen que ver con las mujeres en las políticas de libre mercado. "El impacto ha sido fatal; se han desmantelado los servicios al privatizarlos".

Pizarro añadió que "el claro de Cairo es que exista un Programa de Acción que afirma derechos y servicios, frente a un modelo neo-liberal que trata de convertir todo en mercancía." 

El lado oscuro de Cairo lo planteó la brasileña, Sonia Corre a de la organización de mujeres del Sur, Developing Alternatives with Women for a New Era (DAWN),  cuando dijo que "la moneda con la que negocian los Estados entre sí, son las mujeres y la gente." Añadió que eso se ha visto en todos los esfuerzos por borrar de la agenda del proceso de evaluación los temas que conciernen al reconocimiento de las sexualidades y la reproducción como derechos en el desarrollo.

Francoise Girard, canadiense de la Coalición de Salud de las Mujeres con sede en los Estados Unidos dijo que eso se ve hasta en la composición de la delegación de los Estados Unidos viene a la reunión de la Comisión Económica  de América Latina (CEPAL) la  semana entrante en esta capital, está encabezada por John Klink, quien fue parte integral de la delegación del Vaticano durante el proceso de CIPD hace 10 años y de su evaluación de 5 años."

A juzgar por la óptica neuro-política de las feministas, el modelo fundamentalista de negociación en la ONU se resume así: a Dios lo que es de Dios, al César lo que es de César, y a la mujeres y la gente lo que les sobre. ¡En un modelo de mercado, no queda nada!

Derecho que no se defiende, derecho que se pierde, han reafirmado las mujeres en su Foro que culmina hoy. "El contexto que marcó la década de los 90 fue de esfuerzos mundiales por tratar de afrontar los efectos del modelo neo-liberal,  pero ahora estamos en un contexto completamente diferente - dijo Cecilia Olea del Perú, representante de la organización Flora Tristán -  los países tratan de restringir los derechos adquiridos  y negarse a colocar nuevas prácticas de la ciudadanía como derechos. La alianza del Vaticano con la Administración de los Estados Unidos es una alianza que lo único que trae es negación de derechos, tortura, muerte y riesgo de inestabilidad. Ellos son los que deben empezar a temer la consecuencia de sus acciones,  porque su avaricia los está aislando poco a poco de todos los otros sectores en este mundo, que buscan desarrollar un modelo económico, político, social y cultural incluyente."

Olea concluyó diciendo que "esta reunión es un hito en los procesos de lucha de los movimientos sociales por un lugar digno es este mundo - dijo la peruana, Cecilia Olea - "es parte de los escenarios de lucha del Foro Social Mundial y las luchas contra las guerras y las políticas macro económicas, buscando construir prácticas para un mundo diferente. Venir a esta reunión de la CEPAL a expresar lo que pensamos, a demandar lo que necesitamos y a vigilar a nuestros gobiernos para que sean consecuentes con quienes los elegimos, es parte de esa lucha por un mundo mejor."