Myriam Merlet, Magalie Marcelin y Anne Marie Coriolan, fundadoras de tres de las organizaciones de advocacy, que trabajaban por las mujeres y niñas, más importantes del país, fueron confirmadas muertas – víctimas del terremoto de 7.0 de la semana pasada. Y sus muertes han dejado atónitas a las miembras del movimiento de mujeres, tanto haitianas y como de otros países.
“Me faltan las palabras. He perdido un gran pedazo de mi vida personal, política y social, “escribió Carolle Charles en un correo electrónico a sus colegas. La profesora de sociología del Baruch College en Nueva York, nacida en Haití, es chairwoman de Dwa Fanm (que significa “Derechos de la Mujeres ”, en creole), un grupo de advocacy basado en Brooklyn. “Estas mujeres eran mis amigas, mis colegas y asociadas. No puedo imaginar ir a Haití sin verlas.”
Myriam Merlet fue hasta hace poco la jefa de personal (chief of staff) del Ministerio Haitiano de Género y Derechos de la Mujer , establecido en 1995, y aún servía como consultora principal. Murió luego de ser atrapada bajo su casa colapsada en Puerto Príncipe, dijo Charles. Tenía 53 años.
Merlet, quien fue tanto autora como activista, huyó de Haití en los 70s. Estudio en Canadá, sumergiéndose en temas económicos, asuntos de la mujer, teoría feminista y sociología política.
A mediados de los 80s, retornó a su país de origen. En “Caminando Sobre Fuego: Historias de Supervivencia y Resistencia de Mujeres Haitianas”, publicado en 2001, contribuyó con un ensayo, “Mientras Más Sueña La Gente ”, en donde describió qué la hizo regresar.
“Mientras estuve fuera, sentí la necesidad de descubrir quién era y dónde estaba mi alma. Elegí ser una mujer haitiana”, escribió. “Somos un país en donde tres cuartas partes de la gente no sabe leer y no come adecuadamente. Yo soy una parte integral de la situación. No estoy en Canadá en un gueto de negros, no soy una extraterrestre del espacio exterior. Soy una mujer haitiana. No quiero decir que soy responsable de los problemas. Pero aún así, como mujer haitiana, debo hacer un esfuerzo para que todos podamos salir juntos de los mismos.”
Fue un de las fundadoras de Enfofam, una organización que concientiza a través de los medios de comunicación acerca de las mujeres, recopila historias y trabaja para honrar los nombres de las mismas. Entre sus esfuerzos, se dedicó a conseguir la designación de calles en nombre de mujeres haitianas que la precedieron.
Apodada como una “Guerrera de la Vagina ”, fue recordada el martes por su amiga Eve Ensler, la galardonada autora y fuerza detrás del Día-V, un movimiento global para poner fin a la violencia contra mujeres y niñas.
“Fue muy audaz”, dijo Ensler, quien a insistencia de Merlet trajo a Haití su obra “Los Monólogos de la Vagina ” y ayudó a establecer casas seguras para mujeres en Puerto Príncipe y Cabo Haitiano. “Ella tenía una visión increíble de lo que era posible para las mujeres haitianas, y levantaba sus espíritus. … Y pasamos un tiempo maravilloso. Me recuerdo de ella bailando en las calles de Nueva Orleans y sólo estando tan viva.”
Magalie Marcelin, una abogada y actriz que apareció en cine y teatro, estableció Kay Fanm, una organización por los derechos de las mujeres que trata con la violencia doméstica, ofrece servicios y refugio a las mujeres y que hace microcréditos, o préstamos, disponibles para mujeres que trabajan en mercados, dijo Charles, chairwoman de Dwa Fanm.
Charles recordó una visita a Haití hace como dos años, cuando Marcelin, quien se creía tenía más o menos 50 y tantos años, realizó un llamado de ayuda. Con la esperanza de disminuir la influencia política de un acusado ante la corte, pidió a las mujeres que vinieran en masa y llenaran el juzgado. Charles observó como el hombre en juicio fue condenado por maltratar físicamente a su esposa.
Su muerte ha sido reportada a través de diversos medios de comunicación, y fue confirmada a CNN por la Radio Televisión Caribeña (Carribbean Radio Television) basada en Puerto Príncipe. Su propia hija ayudó a desenterrar su cuerpo de los escombros luego del terremoto, Charles dijo haberse enterado cuando recibió una llamada de la prima de Marcelin.
En una entrevista el año pasado con el periódico Haitian Times, Marcelin habló de la imagen de un tambor que adornaba imágenes adhesivas de concientizació n pública.
“Es muy simbólico en la imaginación cultural haitiana”, dijo Marcelin, de acuerdo al reporte del Haitian Times. “El sonido del tambor es el sonido de la libertad, es el sonido de los esclavos rompiendo con la esclavitud.”
Anne Marie Coriolan, 53, servía junto a Merlet de consultora principal al Ministerio de Derechos de la Mujer.
Coriolan, quien murió cuando la casa de su pareja colapsó, fue fundadora de Solidarite Fanm Ayisyen (Solidaridad con la Mujer Haitiana , o SOFA), la cual Charles describió como una organización de advocacy y servicios.
Su hija, Wani Thelusmon Coriolan, dijo que en Haití los niños llevan sólo el nombre de sus padres, pero que su madre insistió en conservar su apellido de soltera y de asegurar que sus dos hijos lo tuviesen también. “Ella dijo que mi padre no fue el único que me creó. Ella también estuvo involucrada,” dijo con una risa su hija de 24 años de edad, quien vive y estudia en Montreal, Quebec.
A pesar de que Wani y su hermano ya no viven en Haití (él se encuentra en Paris, Francia), ella dijo que su madre estaba determinada a asegurarse de que estuvieran orgullosos de su país natal.
“Ella amaba su país. Nunca dejó de creer en Haití. Ella expresó que cuando tienes un sueño, debes de luchar por el”, dijo Wani. “Ella quería que las mujeres tuvieran los mismos derechos. Quería que nuestras mujeres sostuvieran sus cabezas en alto.”
Coriolan fue una organizadora política que contribuyó a traer el tema violación – “un instrumento de terror y guerra”, dijo Charles – al frente de las cortes haitianas.
Antes del 2005, las violaciones en Haití eran tratadas como no más que “crímenes pasionales”, explicó Charles. Esto cambió porque los esfuerzos colectivos de estas mujeres activistas – y de otras inspiraron por ellas
Con la pérdida de estas tres mujeres, existe preocupación por el futuro de las mujeres y niñas haitianas. A pesar de todo lo que se ha logrado, la lucha por la igualdad y en contra de la violencia es aún enorme.
El caos que se ha apoderado de la devastada nación eleva esas preocupaciones, dijo Taina Bien-Aimé, la directora ejecutiva de Equality Now, una organización de derechos humanos dedicada a las muejres.
Antes de que el desastre golpeara la semana pasada, una encuesta de mujeres y niñas haitianas mostró que aproximadamente un 72 por ciento habían sido violadas, de acuerdo a un estudio realizado por Kay Fanm. Y al menos 40 por ciento de las mujeres entrevistadas fueron víctimas de la violencia doméstica, dijo Bien-Aimé.
Y las emergencias humanitarias han sido asociadas al incremento de la violencia y la explotación en el pasado, dijo ella.
“Desde nuestro punto de vista,” escribió Bien-Aimé en un correo electrónico, “el tema mas crítico y urgente es qué contingencias, si las hay, serán puestas en marcha por las agencias de ayuda/humanitarias no sólo para asegurar que las mujeres tengan acceso fácil a comida, agua y cuidados médicos, pero también para garantizar su protección.”
Mujeres interesadas en el área de Nueva York planean juntarse el miércoles planear sus próximos pasos.
Y mientras ciertamente seguirán de luto, ella y las demás tienen la esperanza de que las mujeres haitianas, inspiradas por estas líderes y heroínas caídas, continuarán adelante -- manteniendo su lucha y legados vivos.
