FSM:
Multifacético
encuentro en su encrucijada
por
Mario Osava
MUMBAI, India, 21 ene (IPS) - ”El Foro Social Mundial
moviliza demasiada energía para limitarse al intercambio y la reflexión”,
admitió uno de sus organizadores, resumiendo la inquietud con que finalizó
este miércoles la cuarta edición de este encuentro de la sociedad civil.
El comentario es de Jorge
Saavedra Durao, miembro del comité a cargo de la próxima edición del
Foro Social Mundial (FSM) en Brasil, como presidente de la Asociación
Brasileña de Organizaciones No Gubernamentales (Abong), tras plantear la
necesidad de crear mecanismos de decisión en este ámbito que no afecten
sus principios ni la unidad en la diversidad.
Se puede empezar por las cuestiones consensuales, como la lucha contra el
militarismo, que exige que se ”salga a las calles”, para mantener
activa la campaña, explico Saavedra Durao a IPS.
Con diferencias de enfoque y de propuestas, muchos organizadores como
participantes manifestaron preocupaciones sobre el rumbo del FSM, después
del la ”irrupción de las masas populares” en Mumbai, como definió el
obispo católico Tomas Balduino, quien a los 81 años estuvo presente en
India como presidente de la Comisión Pastoral de la Tierra.
El impacto de la pobreza en la periferia de la occidental ciudad india de
Mumbai y las interminables marchas de grupos de ese país, variados en
colores y demandas, en las calles del antiguo complejo industrial textil
en que se realizó la cuarta edición del FSM, urgieron la necesidad de
cambios sociales.
La magnitud de los problemas sociales de India, reflejada en los inmensos
asentamientos precarios en los alrededores de Mumbai, de condiciones mucho
peores que los tugurios o villas miseria latinoamericanas, conmovió a los
participantes extranjeros.
La misma precariedad de las instalaciones en que se llevaron a cabo las
actividades, muchas construidas con simples palos y paños en medio del
sofocante polvo de tierra, realzó la urgencia y el gigantismo de los
desafíos que se anteponen al ”otro mundo posible” con que sueñan los
”altermundistas”, como empiezan a ser llamados los activistas del FSM.
La repetición de ideas conocidas en las conferencias centrales del
encuentro, con la baja concurrencia contrastando con las multitudes que se
manifestaban afuera de los salones, fortaleció la convicción de muchos
de que la fórmula se agota, exigiendo la modificación de su formato y de
los métodos.
El FSM, que vuelve a Brasil luego de que sus tres primeras ediciones se
realizaran en la meridional ciudad de Porto Alegre, no se define como una
organización que adopta resoluciones, posiciones políticas y actúa por
sí mismo, sino como un simple encuentro para promover el conocimiento
mutuo y la articulación de grupos y movimientos sociales, que sí pueden
decidir acciones y ejecutarlas.
Pero la gran preocupación ahora es estimular la acción de las redes que
se forman entre actores que tratan del mismo tema.
El Foro puede identificar unos 10 temas de mayor densidad y consenso entre
las organizaciones participantes y concentrar en ellos el esfuerzo para
conducir a acciones concretas o campañas, comentó a IPS Sergio Haddad,
otro organizador y dirigente de la organización no gubernamental Acción
Educativa.
Por su parte, el sociólogo portugués Boaventura Sousa Santos cree que,
con los medios electrónicos de hoy, se puede promover votaciones durante
los próximos encuedntros, para ”refrendar propuestas de acción
colectiva” y fortalecer así las campañas de las redes.
Estas consultas significan una democratización interna del evento, ”un
ensayo de democracia participativa transnacional”, argumentó el
profesor de la portuguesa Universidad de Coimbra en entrevista con IPS.
Hay temas que urgen intensificar campañas internacionales, como las
guerras, el agua amenazada de privatización y los problemas ambientales
globales, entre los que se destaca el cambio climático, según las más
variadas manifestaciones.
Algunos organizadores, como el director del Instituto Brasileño de Análisis
Sociales y Económicas, Cándido Grzybowski, defienden cambios en el
formato de las actividades del FSM.
Uno de ellos es valorizar más las oficinas, es decir los seminarios y
debates con menos participantes pero mayor diálogo entre experiencias
concretas, en desmedro de las conferencias, en que algunos oradores hablan
para miles de oyentes y hasta ahora consideradas las principales sesiones
de los encuentros de Porto Alegre y Mumbai.
Grzybowski moderó en Mumbai una reunión que considera uno de los caminos
posibles del FSM. Se trató de una mesa de diálogo en que cuatro
movimientos sociales, con dos representantes cada uno, debatieron sus
dificultades en colaborar y actuar en conjunto.
Feministas, sindicalistas, minorías sexuales y el movimiento dalit, la
casta más desposeída de los hindúes compuesta de 170 millones de
personas, se acusaron mutuamente de prejuicios y discriminaciones,
confesaron sus propias limitaciones y divisiones en un debate abierto.
Es una novedad en el FSM, que busca una mayor interacción entre los
distintos actores, con el objetivo de unir luchas que hasta ahora se
desarrollan separadas, según Grzybowski. Lo ideal es que también haya diálogo
entre la mesa y el público presente.
Hay que romper con el ”monólogo” en las charlas, señaló a su vez a
IPS Lilian Celiberti, una uruguaya que coordina la Articulación Femenista
Marcosur, que comprende varios países sudamericanos.
La evaluación general es que al haber tenido lugar en Mumbai el FSM se
”mundializó”, pero ahora se trata de buscar formas de hacerlo más
productivo, en términos de acción para cambiar la vida en el planeta.
Repetir la fórmula y las mismas ideas defendidas en las conferencias
anteriores significaría ”un paso atrás”, que amenaza la relevancia
del Foro, como es la preocupación manifestada por varios participantes
brasileños, inquietos con la responsabilidad de hacer en 2005, nuevamente
en Brasil, un encuentro innovador. (FIN/2004)
|