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Primer juicio en Haití: cuatro de arena

El estado que no estaba empieza a estar nuevamente en Haití con su primera acusación judicial en medio de la crisis del terremoto.

Hay dos cosas que celebrar: que resurjan las instituciones del estado que velan por el respeto de los derechos humanos y dos, que el primer juicio que se realice sea para juzgar a quienes pueden haber violado los derechos de niñas y niños contra el tráfico.

 

Son cinco misionares y cinco misioneros bautistas de los Idaho, Estados Unidos los que acaban de ser acusados por hacer tratado de sacar por bus a 33 niñas y niños ilegalmente de Haití el pasado 29 de enero. El Fiscal Adjunto de Haití, Jean Ferge Joseph los acusó de tráfico de menores y de asociación de malhechores. Fueron sometidos a juicio este 4 de febrero, sin conocerse todavía fecha de juicio.

Al ser interceptados por la ley en la frontera, aludieron a que buscaban “rescatar” huérfanos y abandonados en medio de la tragedia. Resulta que al menos 22 de ellos tiene familiares que en la ofuscación del momento quisieron ponerlos en manos seguras. ¡Ironía de ironías, cayeron en manos de las redes ocultas tras la misiones de iglesia!

Otra de arena: Mr. Crowley, vocero del Departamento de Estado de Estados Unidos señaló desde el inicio del juicio que su gobierno no iba a interferir en el caso.

El que hayan sido apresados y sometidos a la justicia en el propio Haití es motivo de celebración también.

Hay que monitorear más de cerca el destino de todos los que ya fueron sacados, no podemos atenernos a las apariencias. Según datos de UNICEF hay 380,000 menores dispersados de sus familiares o tal vez huérfanos. El 40% de la población haitiana es menos de 14 años de edad. Sus derechos no pueden ser violados ante la magnitud de ninguna tragedia. ¡Qué bueno que el estado haitiano se reorganiza para ello, hay que celebrarlo!

Pero hay otras estrategias que celebrar también. Y es que mientras conocemos ese caso, resaltan por otro lado las acciones humanitarias de mujeres como Madame Carole Sylvain en Haití, directora del orfanato “Soutien aux Enfants en Difficulté” en Carrefour  a las afueras de Puerto Príncipe. El local quedó totalmente destruído, sin embargo la señora directora logró sacar a los 40 infantes sanos y salvos.

Fuera de la mira de los medios y, sobre todo de las redes de tráfico, ha logrado albergar en la calle – y ahora en las tiendas de campaña y otros utensilios donados por la comunidad puertorriqueña en sus acciones “Mano a mano con las mujeres haitianas” a través del Campamento Internacional Feminista - a otros 30 infantes. Los ha mantenido juntos y atendidos como de puede, garantizando su mínimo bienestar en el lugar de origen. Esas son las iniciativas que hay que apoyar.

UNICEF ha jugado su parte y debe redoblarlo. Sus vocera Hilde Johnson había declarado hace dos  semanas a CNN, que el terremoto había ocasionada  "la más grave crisis de protección de los niños jamás vista." Añadió en esa ocasión que "Los riesgos de trata de niños, de la venta de niños en condiciones próximas a la esclavitud o la adopción ilegal son significativos".