UNIFEM Haití:
Apoyar la capacidad nacional en la violencia de género es una tarea impostergable
Barbados, 12 de enero, Radio Internacional Feminista
“Por los datos recopilados mediante la formula de colección de datos que se usa oficialmente en el país, sabíamos que una de cada tres mujeres en Haití sufría violencia de género antes del terremoto en Haití, pero los datos de las organizaciones de mujeres, usando el método de la “ruta crítica” es de dos de cada tres que se corresponde con el promedio internacional; no importa que no se tengan datos actualizados después del terremoto dado el sub-registro y los problemas de pérdida de datos, dificultades para denunciar, etc., se sabe que es grave y hay que apoyar la capacidad nacional para enfrentarla multi-sectorialmente.”
Así se expresó Kathy Mangonese, oficial responsable del Programa de UNIFEM en Haití, cuando habló en la sesión especial sobre Haití en Barbados el 12 de octubre en el marco de la Conferencia Lanzamiento de la Campaña UNETE para Poner Fin a la Violencia Contra las Mujeres.
Añadió que si bien el terremoto no discriminó, afectando a todos, “el en post terremoto todo llevó a una situación de más violencia y vulnerabilidad de las mujeres.”
Llamó a fortalecer los mecanismos y recursos que existían antes del terremoto. “Cuando hablamos de violencia de género estamos hablando de una decisión de dejar de hablar de las mujeres como víctimas para hablar de ellas como sobrevivientes con capacidades; desde el 12 de enero, Haití misma es un país de sobrevivientes y esa es la base sobre la cual hay que construir.”
Sobre los retos destacó que antes del 12 de enero Haití había avanzado en la penalización de la violación, en la paternidad responsable y leyes sobre el adulterio que eliminaban algunas discriminaciones legales, quedando pendiente todavía la violación dentro del matrimonio y el hostigamiento sexual. “Habíamos avanzado en capacitación para que el sistema de justicia y al policía entendiera los marcos legales interraciales y nacionales sobre la violencia contra las mujeres; habíamos elaborado protocolos con la policía y entrenamiento de personal forense y de las certificaciones médicas en el registro de hechos y su impacto en los casos en corte y, en acceso a servicios legales por parte de las mujeres afectadas por la violencia, pero los datos anteriores entre el 30 - 40% de violencia de género eran perpetrados contra menores.”
Destacó el papel histórico del movimiento de mujeres y su protagonismo para colocar la violencia contra las mujeres en la agenda, el trabajo de ellas junto con artistas en los Carnavales haitianos para deslegitimar la violencia contra las mujeres y la declaración de las autoridades de la espiritualidad del Vudú cuando se expresaron contra la violencia hacia las mujeres. “Muchos de los avances han sido originalmente gracias al movimiento de mujeres primero y entonces la respuesta del gobierno, todo lo que es clave porque se necesita un monitoreo permanente” acotó mientras agradecía la permanente solidaridad de la región del Caribe con Haití intensificada después del terremoto.
Dijo que UNIFEM ha trabajado en el post terremoto en la reconstrucción de la capacidad nacional, comunicación social y consciencia pública destacando los riesgos que se refieren a la violencia de género específicos después de un desastre, atención psico-social, servicios de proximidad, servicios multi-sectoriales de atención y canalización de denuncias, fortaleciendo la Concertación Tripartita Contra la Violencia, fortaleciendo la policía en este ámbito y apoyando la única cada de jóvenes agredidas que existe en la ciudad, además de apoyar la creación en otras regiones del país. “Hemos hecho un estudio con la CEPAL sobre el impacto del terremoto en Haití y evidencia que falta mucho por hacer.”
En referencia a la Resolución 1325 sobre la Paz y la Mujeres en Conflictos Armados señaló que están entrenando a la policía nacional y la MINISTAH para recoger datos sobre violencia y para mejorar la atención a la población sobre este tema y todos.
En el mismo panel, Nigel Fisher, Representante Especial Ad Interim de la Misión de Estabilización de la ONU en Haití (MINUSTAH) señaló que para situar la violencia contra las mujeres en Haití hay que referirse a dos narrativas: la del 12 de enero y la de la historia del país. “Haití tiene un reputación de ser un país violento, pero no lo es; el orden público es impresionante y la población no se quedó esperando ser ayudada sino que se organizó. A la violencia contra las mujeres, que no ha mejorado, los comités de seguridad en los campamentos cuentan con mujeres que también traen las denuncias de violencia contra ellas.”
Señaló que también ha aumentado el patrullaje de la MINUSTAH sin embargo no ha éxito avance en los casos de violencia contra las mujeres. “Y por eso hay que traer la narrativa histórica. El terremoto fue devastador y hay quienes critican que la respuesta humanitaria ha sido lenta, pero hay que preguntarse si se puede resolver rápido en este contexto histórico.”
Acotó que la estructura de violencia contra las mujeres y las niñas y no se para con la seguridad comunitaria y policial. “Hay que tocar las bases históricas y estructurales: la cultura de violencia contra las mujeres, la cultura de aceptación la de la masculinidad y la cultura que dice que lo que pasa en la casa se queda en la casa.”
Señaló que los apoyos sociales para las afectadas son deficientes, así como el entrenamiento policial es deficiente y del sistema judicial.” Otro punto destacado por el alto representante de la MINUSTAH fue el del liderazgo sobre el tema, diciendo que falta de liderazgo sobre el tema. “También hay que conectar la violencia de género con la pobreza y las relaciones de poder.”
Otro ponente en el mismo panel fue Pierre Chavannes, Comisionado de la Policía de Haití, hizo un recorrido histórico desde la primera constitución de Haití hace dos siglos donde la supreamacía del hombres estuvo legalizada y las mujeres eran consideradas una “menor” en le matrimonio, pasando por las formas en que esto ha ido siendo desmontado legalmente en la Constitución post Duvalier, hasta llegar a la creación del Ministerio de la Condición de la Mujer y sus Derechos y la aprobación regional de la Convención de Belén do Para de la OEA para Prevenir, Erradicar y Sancionar la violencia hacia las mujeres.
“La sociedad en general tiene más conciencia sobre la problemática y estimula a las mujeres a denunciar y reportar y para el gobierno esto es un problema de seguridad pública, pero falta reformas en la ley en casos de violación, por ejemplo.”
Llamó a fortalecer la administración de la justicia mediante creación de número de teléfono especial para las denuncias y atención; la creación de un Buró de Asistencia Legal para mejorar la justicia y mejorar la capacidad de respuesta de la policía, además de incrementar la presencia de mujeres en la policía nacional.
“Falta mucho por hacer y el gobierno está comprometido con la defensa de los derechos de las mujeres” culminó declarando el funcionario.
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