El 12 de febrero de 1999, El Vaticano envió una carta a los Lores que estudian el caso de Pinochet, para pedir que se le libere a la mayor brevedad, ya que Augusto Pinochet es un "devoto católico". 

Lucía Hiriart de Pinochet, esposa del dictador; políticos de derecha; autoridades de la iglesia; e incluso el gobierno chileno, han expresado que las condiciones en que Pinochet fue detenido son reprobables. 

Se ha argumentado que debido a la edad y las condiciones de salud del dictador, las instituciones británicas que han tenido el caso en sus manos, debieran liberarle por razones humanitarias. 

Pinochet, en su estadía en Londres, ha estado hospitalizado en dos exclusivas clínicas: The London Clinic y la Groveland Priory Hospital. 

Se ha calculado que en gastos de representación legal, atención médica y el arriendo de la mansión en que vive, gasta diariamente más de U.S.$ 20.000. (Veinte mil dólares).

 Fue detenido por agentes de seguridad y recluído en la casa secreta de torturas de José Domingo Cañas, donde fue visto en octubre de 1974. Desde esa fecha se desconoce su paradero. 

En 1974, monseñor Fernando Ariztía, el obispo luterano Helmut Frenz y el rabino Angel Kreime fueron recibidos por Pinochet, a quien  los personeros religiosos le pidieron que se interesara por la suerte corrida por los desaparecidos… y el padre Llidó, Pinochet al escuchar este último nombre respondió: "éste no es cura, es marxista".  
 

Tradicionalmente, la instituciones políticas chilenas gozaron de un merecido prestigio como entes rectores de la sociedad. 

Dentro de estas instituciones, la Cámara del Senado se destacaba, ya que, elegidos mediante el voto popular, los Senadores se caracterizaron por ser políticos -de todos los sectores- con una reconocida trayectoria, basada en la correción y en el respeto a las leyes. 

El Senado era un auspicioso final para las carreras políticas destacadas que no alcanzaban la presidencia de la República o alguno de los Ministerios. 

Augusto Pinochet enfrenta denuncias en Francia, Alemania, Suecia, Bélgica, Noruega, Italia, Suiza y Luxemburgo. Además, en Chile existen más de 12 procesos en su contra, todos éstos en virtud de las más de 3.000 víctimas de régimen militar.  

Los cargos en su contra son: violaciones a los derechos humanos, asesinato, terrorismo, genocidio, tortura, inhumación ilegal (sepultación ilegal de cadáveres), secuestro, intento de homicidio, apremios ilegítimos, desaparición y asociación ilícita. 

A pesar de todas estas acusaciones, Pinochet se declara inocente de los cargos que le acusan y ha reiterado que lo que hizo durante su régimen, obedece al gran amor que siente por su patria.