Cerca de mil millones de personas--633 son mujeres--van a entrar en el siglo XXI sin los conocimientos necesarios para leer un libro o firmar con su nombre. Y estas personas, vivirán tal como ocurre hoy día en una pobreza más que desesperada y en un peor estado de salud que aquellos que si pueden realizar las tareas mencionadas: 
 

• 130 millones de niños en edad escolar en el mundo en desarrollo, de los cuales 73 millones son niñas, crecen sin poder recibir una educación básica.

• De los más de 130 millones de niños de 6 a 11 años que no asisten a la escuela en el mundo en desarrollo, 86  millones, cerca de dos tercios son niñas.

• Cerca de una cuarta parte de la población de adultos en el mundo, dos tercios de ellos mujeres, no pueden leer ni escribir.

En 26 países, la proporción de varones que se matriculan en las escuelas secundarias supera en un 10% a la de las niñas, y en cinco naciones como India, Nepal, Togo, Turquía y Yemen la diferencia supera el 20%.  En más de 25% de las niñas reciben educación secundaria. 

En 13 países, sin embargo, la matrícula escolar femenina supera a la masculina en un 10% por lo menos. Las niñas también tienen tasas más altas d escolaridad que los niños (56% para unas y 52% para otros) en la región de América Latina y el Caribe. 

Cifras en Costa Rica
 

En Costa Rica se repite la tendencia latinoamericana de que las mujeres tienen un rendimiento escolar mucho mayor que los hombres.  Las mujeres abandonan menos los cursos que los hombres, y hay un número mayor de ellas que realizan los grados a la edad que les corresponde. 

A pesar de que el Estado hizo una modernización de los textos escolares, para evitar que sean sexistas, un estudio sobre los textos ya modernizados muestra que las mujeres tienen mucho menos presencia que los hombres en los textos y en las imágenes, y que la distribución de actividades no rompe con los estereotipos sexuales. 

En la secundaria las mujeres se orientan menos que los hombres al sector técnico vocacional, y cuando lo hacen escogen principalmente especialidades como secretariado, labores domésticas, etc…Es decir se orientan progresivamente hacia carreras tradicionalmente femeninas, que no responden adecuadamente a las demandas del mercado de trabajo. 

En el plano de los estudios superiores la diferencia se hace más notable: Las mujeres se concentran en las letras, salud y educación mientras que los hombres se distribuyen más hacia carreras técnicas. 

De los 39.737 estudiantes matriculados en la enseñanza superior, un 45% eran mujeres y un 54.7% eran hombres. 

Algunos elementos fundamentales para una revolución en materia de educación son: 
 

• Aprendizaje para toda la vida;

• Acceso, calidad y flexibilidad;

• Sensibilidad a las cuestiones de género y educación de las niñas;

• El Estado como aliado clave;

• El cuidado del los/las niñas y los adolescentes;

Que las niñas, adolescentes y Mujeres puedan tomar decisiones que tengan que ver con sus vidas. 

El derecho a la Educación fue proclamado en la Declaración Universal de los Derechos humanos y ratificada en 1989, en la Convención sobre los Derechos Humanos de las y los niños.  Así mismo en la Conferencia Oficial de Derechos Humanos Viena 1995, fueron declarados los Derechos de las Mujeres como derechos humanos. 
 
 
 

Fuente:  Carol Bellamy, Directora Ejecutiva de UNICEF, la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE); Hechos y Cifras 1998 UNICEF, New York, 1998; World Population Prospects, the 1996 Revision, Naciones Unidas, New York, 1997.