Radio Internacional Feminista - FIRE

abril 2008

  • Las Mujeres: un sector que pierde bajo relaciones comerciales eminentemente económicas
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  • Por: M.Sc. Ana Rosa Ruiz Fernández

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  • ¿Qué podemos entender por los tres compromisos en el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea?

     

     

    El Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Centroamérica se presenta como un acuerdo integral que implica compromisos en: dialogo político, cooperación y el establecimiento de una  Zona de Libre Comercio.

     

    Bajo estos compromisos, Costa Rica ya presentó una Posición Nacional ante esta negociación (COMEX, Febrero 2008). Su lectura nos permite comprobar que la estrategia esta centrada exclusivamente en el último compromiso, es decir, establecimiento de una Zona de Libre Comercio. 

    Esta afirmación se sustenta por dos razones fundamentales:

     

    Primero, la Posición Nacional establece como diálogo político cumplir con una serie de principios de política exterior: Paz, juridicidad, democracia, libertades fundamentales y derechos humanos, desarme y manejo sostenible del medio ambiente.

    Este marco nos provoca las siguientes preguntas: ¿cómo concretizar estos principios en una estrategia de dialogo político? Y además ¿qué sucede con el diálogo político nacional ya que parece que el dialogo esta a nivel regional y de la UniónEuropea?, entonces ¿cuál es la estrategia hacia lo nacional? Estas preguntas surgen después de leer la Posición Nacional (COMEX, Febrero 2008) y el documento de “Proceso de información y consulta con la sociedad civil” (COMEX, Febrero 2008), donde sus planteamientos no están lejos de lo que se acaba de pasar con el proceso de negociación con el TLC con los Estados Unidos. 

     

    Es una lastima que el análisis, la discusión, el aporte, la manifestación y el propio referéndum no esta provocando en el equipo negociador un acercamiento importante y real con la sociedad civil, más aún cuando el Acuerdo pretende “lograr posiciones nacionales que representen un buen balance de los intereses

     

    existentes en la región” (COMEX, 2008, pág. 3). 

    Desde el movimiento de mujeres este aspecto es fundamental porque tenemos que lograr un consenso nacional en la agenda económica del país que fortalezca las capacidades productivas internas y establezca relaciones comerciales internacionales justas y equitativas.

    Segundo, la cooperación se define como un mecanismo que prevee “intensificarse en materia política, comercial, económica, social, cultural y otros ámbitos de interés mutuo”. Sin embargo, en la Posición Nacional se circunscribe o menciona durante el contenido hacia una cooperación “comercial”, cuando solo es mencionada en el apartado de 1.4 de Defensa comercial, 1.8 en Medidas Sanitarias y Fitosanitaria y en el apartado 3 de Contratación Pública y 6 Comercio y Desarrollo Sostenible. Es decir, una cooperación hacia y por el comercio. 

    Por tanto, donde queda la material social, cultural y lo económico de los diferentes sectores productivos.  Por ejemplo, en el caso de las mujeres productoras, estamos principalmente en el sector informal. Entonces, cómo hacer para que la cooperación fortalezca capacidades productivas para la inserción local, regional e internacional. ¿Será esto posible bajo una concepción eminentemente comercial y de competencia internacional?

     

     

    ¿Es posible pensar en una cooperación pensada hacia el desarrollo? Planteo este aspecto, porque la Declaración de Viena a partir de la cual inicia las negociaciones con la Unión Europea señala que “Acogemos con satisfacción la Declaración Conjunta de la UE sobre "el Consenso Europeo sobre el Desarrollo" que coloca la erradicación de la pobreza en el centro de la cooperación para el desarrollo de la UE, en el contexto del desarrollo sostenible, con la inclusión de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y que se aplica a todos los países en vías de desarrollo.” 

     

     

    Esta Declaración asumida por los países se quedará en solo buenas intenciones.
    Además en qué plano queda la cooperación cultural para “fomentar el diálogo intercultural y el entendimiento mutuo” según la Declaración de Viena

    Por ello, llama mucho la atención que el contenido de la Posición Nacional y la estrategia de acercamiento con la sociedad civil están a un mismo nivel de la negociación pasada cuando fue esa misma táctica la que provoco dudas, temores, miedos, rechazo de un importante número de ciudadanos y ciudadanas que votamos por el NO.

     

     

    ¿Están los principios de la Declaración de Viena (Cuarta Cumbre Unión Europea – América Latina y el Caribe) incorporados en la Posición Nacional?
    La Declaración de Viena, a partir de la cual inicia las negociaciones para el Acuerdo de Asociaciones, reafirma el compromiso de que “la democracia, el Estado de derecho, el respeto, la promoción y protección de los derechos humanos, la erradicación de la pobreza, el desarrollo social y económico y el respeto del Derecho Internacional son esenciales para la paz y la seguridad. ”. 

     

    Desde el punto de vista de varias organizaciones de mujeres estos aspectos son fundamentales y fueron señalados en la pasada negociación del TLC cuando preguntamos al entonces Jefe de negociación, Alberto Trejos sobre el tema de derechos humanos en la negociación y se nos señalo que eran aspectos totalmente no vinculantes.

    Hoy, la negociación tiene como un principio del diálogo político los derechos humanos y como organizaciones de mujeres nos preguntamos qué se entenderá por éstos cuando la Declaración de Viena establece categorías que no aparecen en la Posición Nacional, algunos de estos son: Democracia y derechos humanos. 

    En este apartado la Declaración de Viena señala que: “Trabajaremos en favor de una plena igualdad de género otorgando especial atención a que la mujer goce plenamente de todos los derechos humanos y se continúe avanzando en esa vía, reafirmando la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing, así como la Declaración de Beijing+5 y su documento de resultados.” 

    Estos aspectos no son señalados en la Posición Nacional como compromisos EXPLICITOS también de Costa Rica.  Al no aparecer aquí tendrá una gran probabilidad  de que no aparezca en el Acuerdo a firmar dada la experiencia con el TLC con los Estados Unidos. 

    Con este Tratado, se incorporó en la Posición Nacional en el apartado C. OBJETIVOS Y ELEMENTOS  PRINCIPALES DE LA POSICIÓN COSTARRICENSE inciso 9 LABORAL y sin embargo, en el Tratado firmado no fueron incorporados como un referente para dar contenido a la inversión, al empleo, al acceso de mercado, entre otros. 

    Por tanto, que podemos ahora esperar las mujeres de “goce pleno de todos los derechos humanos”. De igual forma llama la atención que no se visibilice que existe en Costa Rica diferencias importantes al contar con población indígenas cuya cultura y desarrollo deben ser protegidas.

     La Declaración de Viena se compromete en “Seguiremos avanzando en el fomento y protección de los derechos y libertades fundamentales de los pueblos indígenas a nivel local, nacional, regional e internacional. El pleno ejercicio de esos derechos resulta esencial para su existencia, bienestar y desarrollo integral, así como para su plena participación en la sociedad. ”

    No obstante, la Posición Nacional de Costa Rica no hace referencia que parte de las diferencias “por tamaño”, “por asimetrías” y “por desarrollo de las economías” con otros países es tener poblaciones extremadamente vulnerables como la indígena, la cual debe ser visible en el texto y tener un capítulo de Trato Especial.

     

    Crecimiento y empleo. La calidad de crecimiento y del empleo fue un tema fundamental en las pasadas negociaciones con el TLC.   Hoy, el Acuerdo de Asociaciones y la Posición Nacional de Costa Rica dice hacer referencia a la Declaración de Viena que señala “Reafirmamos nuestro compromiso con la promoción de un crecimiento económico equitativo y sostenido con el fin de crear más y mejores empleos y luchar contra la pobreza y la exclusión social. “ 

     

     

    Este aspecto para el movimiento de mujeres es fundamental porque no es cualquier crecimiento ni cualquier empleo. Primero, las mujeres productoras se colocan mayoritariamente en el sector informal y en la Declaración de Viena se señala la importancia de provocar la incorporación de este sector al formal. Este punto es crucial y sin embargo, no aparece en las áreas claves: cooperación, comercio y desarrollo sostenible, propiedad intelectual, entre otros.

     

    En el campo laboral, hoy las mujeres seguimos enfrentando segregación ocupacional, hostigamiento sexual, incumplimiento de la licencia de maternidad y permiso de lactancia y diferencias salariales de género con respecto a los hombres. Estos aspectos no son coyunturales sino estructurales por  las funciones de cuido y reproducción que todavía la sociedad le asigna a las mujeres y no son compartidas por toda la sociedad. Mientras esto sea una realidad las acciones afirmativas para que las mujeres tengamos iguales oportunidades de empleo e igual salario deben ser consignas fundamentales en todo tratado o acuerdo económico. 

    Costa Rica ha circunscrito esto ante la OIT (Convenio 100 no discriminación en remuneración y Convenio 111 no discriminación en materia de empleo y ocupación), pero deben ser reafirmados y vigilados por el Estado en toda negociación comercial. Más aún cuando se señala que “Nos comprometemos a fomentar y facilitar el diálogo en el contexto de las relaciones laborales y a los niveles nacional, subregional y birregional” (Declaración de Viena)

     

    Migración. Este tema debe ser parte explícita de la Posición Nacional que considere el derecho de los seres humanos a un trato digno en todos los países. En este sentido, es lamentable que siga siendo un tema ausente aún cuando la misma Declaración de Viena señala que “nos comprometemos a avanzar en nuestro diálogo integral sobre migración mediante la intensificación de nuestra cooperación y entendimiento mutuo sobre todos los aspectos de la migración en ambas regiones y destacamos nuestro compromiso de proteger eficazmente los derechos humanos de todos los migrantes”. 

     

     

    Para las mujeres este tema es fundamental, en especial, con las trabajadoras
    domésticas migrantes que están siendo empleadas en el sector servicios en bajas condiciones laborales. Un sector que igualmente debe ser visibilizado y tener una exigencia especial de los y las empleadoras.

     

    Tecnología e información. Este es un recurso que esta proporcionalmente relacionado con el poder adquisitivo. El que tiene poder económico tendrá el acceso a la información y a la tecnología. En este sentido, en nuestras economías este recurso esta lejos de ser accesado por una gran mayoría sino existen políticas públicas y acciones afirmativas. Por ello, coincidimos con la Declaración de Viena que señala “Reconocemos el papel de las tecnologías de la información y de las comunicaciones en apoyo de la cohesión social, la integración regional y la competitividad de nuestras economías.

    Concedemos gran importancia a nuestra colaboración con miras a su desarrollo
    futuro en nuestras regiones y para fomentar un acceso universal, equitativo y asequible a las tecnologías de la información, especialmente a través de estrategias integrales que aborden los nuevos desafíos y las oportunidades de la convergencia tecnológica”

    Sin embargo, se establecen los mismos compromisos de propiedad intelectual que con el TLC, es decir, favoreciendo a los que más tienen y en este caso a transnacionales. Porque no es cierto que el Convenio Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV) permitirá defender “a su vez el derecho al uso de las semillas por parte del pequeño y mediano agricultor” (COMEX, 2008, Pág. 43). Las supuestas “nuevas variedades vegetales” serán patentizadas por quienes tendrán los recursos para la inscripción y cobrarán por su “uso”. Una situación que en la mayoría de productores y productoras agrícolas no podrán comprar. 

    ¿El Acuerdo respeta o protege el Estado de Derecho de Costa Rica?

    Costa Rica ha sustentado el derecho a partir del acceso de toda la población a servicios fundamentales: educación, agua, salud, electricidad, telecomunicaciones, vivienda, tierra, principalmente. Esto ha creado una base social con oportunidades de educación y trabajo. Sin embargo, estas áreas son hoy incorporadas dentro de acuerdos comerciales que entran en una lógica de Libre de Comercio eliminando todas las barreras para su comercialización.   Dos aspectos aparecen en la Posición Nacional que son preocupantes:

    Ámbito de aplicación y cobertura en el capítulo de Contratación Pública. En este apartado se amplia la cobertura a nivel comunitario (COMEX, 2008, Pág. 40). Este aspecto es delicado si no se establecen las excepciones que protejan a los sectores más vulnerables: micro, pequeño y mediano productor y productora agrícola; micro, pequeño y mediano comerciante y población indígenas.

     

    En los apartados 2.1 Comercio de Servicios, 2.2 Servicios Financieros, pagos corrientes y movimiento de capital y 2.3 Establecimientos se señala que el tratamiento es a partir de lista positiva. Esto es un avance puesto que no asumen la lista negativa que deja todo abierto a excepción de los servicios explicitados. Sin embargo, la preocupación es quiénes y bajo qué mecanismo se definirán los servicios que entrarán a competir o estarán bajo los términos del Acuerdo. Debe ser un tema de discusión y consenso nacional.

     

    En los mismos apartado, señalados anteriormente, se señala la no privatización y si se deja abierta la apertura. ¿Qué significa la apertura desde la población que requerimos de los servicios públicos fundamentales, principalmente las mujeres en el tema de educación, salud y vivienda? Menos presupuesto asignado al servicio público, baja calidad en el servicio, poca elección de productos,  mal trato, pocas opciones regionales, más requisitos, etc. 

    En general, se esta colocando los servicios públicos bajo este contexto al disminuirles los presupuesto o tener un salario indigno a los y las funcionarias públicas. Por ello, la consigna es no privatización ni apertura en ningún servicio público. Se debe garantizar que la gran mayoría tenga acceso real, equitativo y justo a los servicios públicos fundamentales para la vida ya que una privatización o apertura significará para las mujeres asumir los costos. Una persona enferma que no pueda acceder a un servicio de salud será una mujer quien tendrá que asumir su cuido.

    Estas estrategias abiertas y sin excepciones están creando más pobreza y exclusión.  El fin de un Gobierno debe ser proteger servicios públicos para que una gran mayoría de la población los acceda con calidad. Esto genera personas con capacidades y oportunidades. Esto es más importante que crear opciones privadas donde serán muy pocas personas las beneficiadas. Atender esto es atacar  indirectamente la pobreza, la delincuencia, la drogadicción, la prostitución, la trata, porque las personas estarán en capacidad de aprender, de estar con salud y no en condiciones vulnerables para ser vendidas.

     

    Conclusiones

    Es interesante que la Posición Nacional de Costa Rica, elaborada por este Gobierne, inicie con la Declaración de Viena que ve el comercio dentro de una visión de desarrollo sostenible y humano. 

     

    Sin embargo, a la hora de detallar la estrategia, el equipo negociador de Costa Rica se queda en lo comercial que provocará bajo esta visión reducida promover una exclusión social y productiva.

Economista Feminista, Master en Computación, Integrante Plataforma de Mujeres de los 12 Puntos y Coordinadora Oficina de Equidad de Género del Instituto Tecnológico de Costa Rica

 

 

 

 

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Fotografías Yarman Jiménez y Carmen Muñoz

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