Los logros de las mujeres
iraquíes estancados por la guerra
Sara Flounders*
19 de marzo de 2003. IAC
Traducción Paloma Valverde (www.nodo50.org/csca)
"Una ocupación estadounidense de Iraq
sería un enorme retroceso en la historia de los logros que la mujer ha
obtenido tanto en EEUU como en Iraq. Los últimos logros de la mujer
iraquí son un ejemplo de lo que es posible si las fuentes de ingreso se
utilizan para paliar las necesidades humanas. Las mujeres del mundo
entero tienen el gran reto de parar la maquinaria de guerra de
EEUU".
Con una oposición a la guerra de Estados Unidos contra Iraq estallando
en el mundo entero, la administración Bush ha alcanzado cotas increíbles
en sus promesas para reconstruir el país después de la guerra e
instaurar "demoledoras reformas democráticas". Las mujeres
[en Iraq] conforman la mitad de la población. Comparando la situación
de la mujer en Iraq con los países de la región del Golfo donde el
poder estadounidense militar y económico mantienen la corrupción, las
dictaduras feudales en el poder muestran hasta qué punto son falsas
esas promesas.
En Kuwait, Arabia Saudí y en todos los estados del Golfo, la mujer no
tiene derecho a participar en ningún área de la vida pública o política.
No tienen derecho a trabajar, conducir, votar o administrarse su propio
dinero. Se las prohíbe salir a la calle sin velo; no pueden viajar sin
la compañía de un marido, un padre o un hermano. Las mujeres no tienen
derecho a decidir con quien se casarán, tampoco tienen derecho a
divorciarse, incluso si su marido es un maltratador. Están literalmente
encarceladas en sus casas. La educación está separada [para niños y
niñas] y es tan desigual que la mayoría de las mujeres en la rica
Arabia Saudí, son todavía analfabetas. Esta situación criminal
confirma que el Pentágono es incapaz de poner en marcha ningún cambio
social progresivo.
En Iraq, sin embargo, en cada colegio, hospital o ministerio el
visitante encuentra a una mujer joven, con criterio, educada, una mujer
preparada. Esto es así incluso tras años de continuos bombardeos
estadounidenses y de sanciones que han ahogado la economía.
Nicholas Kristof, en el New York Times del 3 de octubre de 2002, admitió
este flagrante contraste. En un articulo titulado "La Igualdad de
la Mujer: Iraq avergüenza a los aliados de EEUU" Kristof comienza
con esta comparación: "Si a las tropas de tierra estadounidenses
se les permitiera atravesar el país a través del desierto, desde
Arabia Saudí hasta Iraq, las mujeres soldados estadounidenses teóricamente
no podrán conducir los vehículos mientras estén en Arabia Saudí y se
les notificará que deben llevar velo. En cuando crucen la frontera del
enemigo Iraq se sentirán como si entraran en el mundo libre. Pueden
conducir legalmente, llevar la cabeza descubierto, incluso llamar
idiotas a los hombres. Las mujeres iraquíes en sus trabajos suelen
tener hombres bajo su responsabilidad y sirven en el ejército en
puestos no de combate."
Kristof señalaba que "en el Hospital-Escuela de la Maternidad de
Basora, 25 de los 26 estudiantes de obstetricia y ginecología son
mujeres En la ciudad, el 54% de los estudiantes de la Universidad de
Basora son mujeres."
Derrocar el feudalismo
Iraq estuvo bajo el control del imperio británico hasta la década de
los 50. Hasta que se rompió el dominio de EEUU y Reino Unido la inmensa
mayoría de la población era pobre y analfabeta. El país estaba
subdesarrollado porque sus grandes reservas de petróleo estaban
totalmente en manos de las grandes compañías de petróleo. Toda la
riqueza de las ventas del petróleo volaba a los bancos de Occidente. Sólo
la familia real y un pequeño grupo de su entorno se beneficiaban.
La democratización de la situación de la mujer iraquí y otros
beneficios sociales dieron comienzo con la revolución de 1958. Esta
explosión social derrocó a la monarquía corrupta y a los
terratenientes feudales cuyas leyes represivas habían sido mantenidas
por los poderes militares británicos y estadounidenses. Hasta 1958, la
posición social de la mujer en Iraq era similar a la espantosa situación
actual de la mujer en Kuwait y Arabia Saudí.
Pero el Iraq revolucionario no tuvo un momento de paz. El país sufrió
durante años varias revueltas y varios golpes mientras EEUU y Reino
Unido arropaban las operaciones, sabotajes, intrigas y continuos
intentos militares por reestablecer el estatus quo anterior. Hacia 1972,
sin embargo, el petróleo había sido nacionalizado y los mayores
terratenientes expropiados. Con las grandes fuentes de petróleo en
manos del estado, se produjo una transformación social espectacular en
las dos décadas que siguieron. Muchos problemas que tenían su raíz en
viejos prejuicios y en el atraso se solucionaron. La mujer iraquí logró
los mayores avances sociales en todo el mundo árabe.
La educación, incluyendo la universitaria, era gratis. Los estudiantes
no pagaban matrícula e incluso tenían becas para seguir con los
estudios. Este era un poderoso incentivo, especialmente en la educación
de las mujeres. Animó a las familias a que siguieran llevando a sus
hijas al colegio y no sacaran para trabajar o para celebrar un
matrimonio prematuro. Al mismo tiempo, el gobierno garantizaba trabajo
para la mujer que quería trabajar. Las mujeres que adquirían
conocimientos profesionales sabían que encontrarían trabajo en sus
campos profesionales. Estaba garantizado que a igual trabajo, igual
salario.
La sanidad era gratis y de gran calidad. Las madres disfrutaban de
cuidados prenatales. Las mujeres que trabajaban tenían garantizada una
paga de 6 meses por maternidad y otros seis meses más de media paga.
Las guarderías tenían ayudas y las había en la mayoría de los
lugares de trabajo. Había subsidios para alimentos básicos y para
alojamiento.
Las bombas estadounidenses destruyeron los logros de las mujeres
'Cambio de régimen' significa la destrucción de todos los programas
sociales progresistas que Iraq ha financiado con la nacionalización del
petróleo. Los planes de ocupación del Pentágono piden que la
industria del petróleo se ponga directamente bajo el control del Ejército
estadounidense. La ocupación estadounidense de Iraq será financiada
con esta riqueza que se expropiará. Cualquier reconstrucción irá
dirigida únicamente a la infraestructura que beneficie la extracción
de la riqueza de Iraq.
En la guerra de 1991, el Pentágono apuntó directamente a la
infraestructura civil que había sido construida gracias a un programa
que durante 20 años invirtió las ganancias del petróleo en modernizar
el país. Las bombas estadounidenses dañaron 676 colegios. [Los
colegios] Eran el orgullo de Iraq, su esperanza para el futuro. Las
sanciones de EEUU y Naciones Unidas (NNUU) cortaron el acceso a los
ordenadores de importación, libros, material escolar e información
para profesionales, e hicieron imposible las becas de estudio en el
extranjero.
Las bombas y los misiles de crucero apuntaron a las purificadoras de
agua y a las alcantarillas. Las presas, la red de irrigación y las
plantas procesadoras de alimentos que habían modernizado la agricultura
fueron dañadas repetidas veces. La red eléctrica y el sistema de
comunicaciones fueron destruidos. Las mujeres, que habían sido las que
más habían mejorado, también fueron las mas perjudicadas por la
guerra y las sanciones.
Las sanciones trajeron como consecuencia una inflación salvaje que
golpeó toda la economía; trajeron como consecuencia un masivo
desempleo, y cortaron la fuente de ingresos para el sector público, el
mayor proveedor de empleo de la mujer.
Los empleados del Estado no perdieron sus puestos de trabajo, pero los
salarios de los profesores, médicos, trabajadores sociales, ingenieros
y técnicos se convirtieron en algo casi simbólicos. Las jóvenes, que
durante los pocos años anteriores habían disfrutado de independencia
económica con un salario alrededor de los 400 dólares, de repente
vieron que sus verdaderos sueldos se habían reducido por la inflación
hasta menos de 2 dólares al mes.
Nadie puede vivir con eso. Familias enteras reúnen cada céntimo que
consiguen para poder sobrevivir. A pesar de que el salario es mísero,
millones de mujeres siguen trabajando porque trabajar significa
participar en la sociedad. A pesar de la destrucción masiva de la
infraestructura civil y de los años de sanciones, la mujer todavía
lucha por mantener un papel activo en la sociedad. .
En casi todos los países del mundo la carga del cuidado de los niños y
de la casa recae fundamentalmente sobre las mujeres. Ahora, sin agua
corriente, con cortes de luz y alimentos limitados mediante las
cartillas de racionamiento del gobierno, y con niños enfermos y
desnutridos, las mujeres iraquíes se enfrentan a una doble carga en una
situación constantemente deteriorada.
Hoy, hasta un 95 por ciento de las mujeres embarazadas sufren anemia. Niños
con bajo peso, prematuros y enfermos son el resultado. Alrededor de
4.500 niños mueren al mes por malnutrición, diarrea causada por
enfermedades transmitidas por el agua, y otras causas relacionadas con
las sanciones, causas que podrían evitarse. El sistema público de
sanidad está al borde de la quiebra por la falta de medicamentos básicos,
materiales y equipamiento.
En medio de la escasez, las antiguas tradiciones sirven para
autoafirmarse. Las familias tienen que elegir a cuál de sus hijos le
comprarán los libros, a cuál de ellos sacarán del colegio para
trabajar o para pedir en la calle para que la familia pueda sobrevivir.
Hoy, tras 12 años de sanciones, más del 35% de las niñas abandonan el
colegio antes de terminar la primaria.
El coste en EEUU
La guerra del Pentágono contra Iraq costará alrededor de 200 billones
de dólares. El coste de una ocupación a largo plazo se estima en 1
trillón de dólares. Aquí en EEUU también hay mujeres y niños que
pagarán por la guerra. Actualmente, alrededor del 25% de los niños en
EEUU viven en la pobreza. En la ciudad de Nueva York, casi medio millón
de personas dependen de los comedores públicos para comer. Unos 45
millones de personas no tienen asistencia médica.
A medida que el poder de las empresas recoloniza zonas enteras del
planeta, los ingresos de EEUU disminuyen constantemente. Para un 80% de
la población, los ingresos reales han disminuido año tras años
durante los últimos 20 años.
Una ocupación estadounidense de Iraq sería un enorme retroceso en la
historia de los logros que la mujer ha obtenido tanto en EEUU como en
Iraq. Los últimos logros de la mujer iraquí son un ejemplo de lo que
es posible si las fuentes de ingreso se utilizan para paliar las
necesidades humanas. Las mujeres del mundo entero tienen el gran reto de
parar la maquinaria de guerra de EEUU.
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